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Los datos económicos pisotean el optimismo del Gobierno

LD (Luis F. Quintero) El deterioro de nuestra economía es evidente y así lo constatan los datos macroeconómicos que han acompañado este comienzo de año. La cita electoral ha marcado los tiempos sobre la información económica. El Gobierno, afanado en tapar las vías que se habían abierto en nuestra economía, ha insistido en ofrecer unas previsiones de futuro carentes de crisis y con una evolución positiva desde el minuto cero.
 
Durante la precamapaña y la campaña electoral, tanto la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, como la ministra de Vivienda, Carme Chacón, el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes y el propio presidente Zapatero, han asegurado que el Euribor había tocado techo, que la inflación era culpa de que los “españoles no habíamos interiorizado el euro” y nos recomendaban comer conejo en las citas navideñas. Además, se afanaban en pronosticar que, los precios se estabilizarían “a finales de marzo o principios de abril”.
 
Por otro lado, el Gobierno ha sido tozudo en cuanto a las previsiones de crecimiento para 2008 y 2009. Desde el verano, fueron numerosos los analistas que rebajaron sus previsiones para España. Moody’s y Morgan Stanley fueron de las primeras en advertir la fuerte ralentización inmobiliaria que sufría España. El siguiente fue el FMI, que rebajó 6 décimas sus previsiones para España. No obstante, el Gobierno mantenía el optimismo y se mostraba convencido de que creceríamos por encima del 3 por ciento.
 
Ahora, tras las elecciones y con una cascada de inmobiliarias en quiebra, son pocos los que estiman que creceremos por encima del 2 por ciento en 2008, la mayoría apunta a un crecimiento cercano al 1,8 por ciento (Deutsche Bank fue el último en dar esta cifra). En Libertad Digital, Alberto Recarte, su presidente, ya advirtió que la economía española crecería por debajo del 1 por ciento. Este mismo martes, y pese a que MAFO ha rebajado sus previsiones de crecimiento hasta el 2,4 por ciento, Solbes insistía en que la cifra es del 3,1 para este año.
 
El Consejo de la Unión Europea del 4 de marzo de 2008 indicaba que el programa de estabilidad presentado por España para el periodo 2007-2010 es demasiado “optimista”. El Consejo de la Unión recuerda que para 2008, “se espera que las presiones inflacionistas, unidas a las menores expectativas de crecimiento y a la evolución del sector inmobiliario afecten a la renta disponible y lleven un crecimiento del PIB inferior al previsto en el programa”.
 
Pero esta advertencia no queda aquí. El informe continúa censurando el "optimismo" del Gobierno español en cuanto al ajuste del sector de la construcción residencial. Dice este análisis que “mientras que el programa español espera una desaceleración de la inversión en el sector de la vivienda, las previsiones de otoño de 2007 de los servicios de la Comisión contemplan una contracción del sector, que se iniciaría ya en 2008 e implicaría un estancamiento de la inversión total en 2009.”
 
Por otro lado, el estudio, al que ha tenido acceso LD, señala que las previsiones de inflación del programa español son bajas, teniendo en cuenta la información más reciente sobre los precios de la alimentación y del petróleo.
 
El optimismo exagerado del Gobierno, que denuncia el Consejo de la Unión Europea se puede observar muy gráficamente con los últimos indicadores publicados en lo que va de 2008.
 
Inflación
 
El pasado 15 de febrero, en Consejo de Ministros, el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, señaló que la inflación “podríamos decir que prácticamente ha tocado techo” y por tanto, que “en el entorno de España y de Europa”, los precios comenzarían una desaceleración paulatina “a partir del mes de marzo... abril”.
 
El mismo día, David Vegara, aseguró que el IPC comenzaría a bajar en febrero, momento en el que emprendería un descenso paulatino que sería más acusado desde la primavera. Esto permitiría a la inflación situarse por debajo del 3 por ciento al final del ejercicio.
 
Este lunes, la inflación armonizada (IPCA) subía dos décimas en marzo y alcanzaba el 4,6 por ciento, la tasa más elevada desde 1995, cuando comenzó a elaborarse este indicador.
 
 

 
Precisamente, el alza de precios es histórica. Estos porcentajes no se manejaban desde finales de 1995, los últimos meses de Solbes como ministro de Economía antes de que Aznar tomara las riendas del Gobierno en España.
 
Paro
 
El pasado 3 de marzo, durante el transcurso del debate que mantuvo con Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero dijo que uno de sus principales retos era conseguir el pleno empleo en la próxima legislatura. La situación en aquel momento era una creciente destrucción de empleo en España a un ritmo superior a los 4.000 empleos diarios desde enero.
 
Libertad Digital ya desveló que esta promesa no era más que un farol, ya que implicaría pasar de 2,3 millones de parados a 1,1 en apenas cuatro años, hasta reducir la tasa de paro al 5 por ciento. Sin embargo, los indicadores del Gobierno reflejan la tendencia contraria. La destrucción de empleo en España avanza ya a un ritmo de 50.000 puestos al mes.
 
Este mismo martes, Eurostat señala que la crisis de la construcción en España ha provocado que la tasa de desempleo en nuestro país subiera en febrero hasta el 9 por ciento de la población activa, tras registrar en los últimos doce meses el aumento más acusado de toda la UE.
 
Además, el frenazo de la economía nacional no sólo está destruyendo empleo neto, sino que ha mermado en un 50 por ciento la capacidad productiva del país para generar nuevos puestos de trabajo. La afiliación a la Seguridad Social registró el pasado mes de febrero la peor tasa de crecimiento interanual desde 1996. De mantenerse dicha tendencia, el PIB español avanzará menos de un 2 por ciento en 2008
 
Previsiones de Crecimiento
 
Estos pronósticos han sido objeto de múltiples discusiones. Desde el pasado verano, muchos han sido los organismos internacionales que han venido rebajando las previsiones de crecimiento para España a cuenta del negocio inmobiliario. Especialmente ilustrativo han sido los datos de los dos últimos días.
 
Deutche Bank, presentaba un análisis sobre la situación de la economía española y estimaba que el Producto Interior Bruto de nuestro país crecería durante 2008 al 1,8 por ciento (1,3 puntos menos que la previsión oficial, el 3,1). Este mismo lunes, el diario El Mundo, publicaba unos documentos internos de Moncloa, en los que el Gobierno contemplaba una previsión de crecimiento del 1,8 por ciento para este año.
 
Este martes, el Banco de España ha fijado su previsión de crecimiento en el 2,4 por ciento, 7 décimas menos que la previsión oficial. No obstante, al mismo tiempo que hace esta previsión, MAFO, advertía que el crecimiento podría ser inferior a su propia previsión. Solbes, ha salido a la palestra para decir, de forma tajante, que la previsión de crecimiento ha sido y será del 3.1 por ciento.
 
En Libertad Digital, Alberto Recarte redujo este pronóstico por debajo del 1 por ciento.
 
Euribor
 
El principal indicador para fijar el precio de las hipotecas ha doblado su valor desde 2004. En diciembre de ese año, el indicador estaba en el 2,356 por ciento y ha cerrado el mes de marzo en el 4,59 por ciento. El Gobierno, sigue insistiendo en que este indicador, “no subirá más”.
 
En una entrevista en Punto Radio el pasado 3 de septiembre, la ministra de Vivienda, Carme Chacón, además de decir que eran pocos los españoles que tenían que apretarse el cinturón para pagar la hipoteca, señaló que los tipos de interés que se fijan para las hipotecas habían tocado techo. En los mismos términos se expresó el presidente del Gobierno y el vicepresidente económico Pedro Solbes en días posteriores. Pocos días después el Euribor marcaba su máximo histórico rozando el 4,8 por ciento.
 
El pasado 12 de marzo, Solbes dijo que “en las condiciones actuales”, era previsible que “el Euribor no subirá más”. Días después el indicador cerraba el mes de marzo en el 4,59 por ciento, tras encadenar nueve subidas diarias consecutivas con cifras, en algunas jornadas del 4,73 por ciento.
 
Mención a parte merecen las intervenciones del ministro Caldera y del propio Zapatero a cuenta de este indicador. El primero, habló del "Euroibor" para decir que los tipos habían bajado. Zapatero, por su parte, evidenció su ignorancia en materia económica al decir que el Euribor lo fija el Banco Central Europeo.

 

 

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