Empieza la campaña 2009 y ni siquiera han terminado la del 2008, presentada la declaración en Mayo a los seis meses menos dos día me requieren la presentación de documentación, esto ocurre en Noviembre y desde entonces nada de nada, la legislación obliga a la devolución a los seis meses de finalización de la campaña o a los seis meses de presentadad la declaración si es fuera de plazo, pues nada de nada, ni un euro, ahora me deben la devolución más los intereses, porque en casi 11 meses no has sido capaces de hacer la liquidación de mi declaración, lo peor de todo es que la discrepancia de la deducción también la puedo aplicar este año, y yo me pregunto que hacer, porque la mierda de intereses que me van a pagar en el mejor de los casos no compensa que me retengan el dinero de forma ilegal, en fin, la AEAT es un nido de morosos.

Hala, hala, que ha llegado la campaña de recolección de pelas de este año. A pagar que la casta dominante tiene necesidades que cubrir y ya estamos tardando. Qué bonito todo. Llega la primavera, sus impuestos....sus parados tomando el sol en los parques, sus jueces prevaricadores sin ser suspendidos, las hierbecillas creciendo en las puertas de empresas cerradas, todo muy bucólico y lindo.
Y además con la esperanza de que la primavera proxima seremos más. Más parados, más cerrados, más paganinis, en una palabra más SIERVOS de lo que ya somos.

Volverán los Pisos de Un millón
de sus paredes los cuadros a colgar
pero aquellos que embargaron
esos ya no volverán.

Ay¡ que linda la primavera. Que ya ni la sangre a los españoles altera.

Contribuyamos con alegría pues nuestro dinero, duramente logrado, sirve para pagar a políticos de medio pelo, a ladrones de guante blanco, a melenudas sin seso que persiguen al hombre por el pecado nefando de serlo, váteres tuneados para culitos de monas vestidas de seda, a la corrección de pies deformes en Congo, a pagar sueldos de quienes gobiernan ayuntamientos de la mano de quienes nos matan, a quinenes nos impiden educarnos en el idioma de nuestros mayores, a quienes se montan chiringuitos familiares en el extranjero...
¡A pagar con alegría, vaya!