(Libertad Digital) Los bancos españoles lograron un beneficio atribuido de 9.712 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone un ligero descenso del 1,15 por ciento respecto a los 9.825 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior.
Estos datos, publicados por la Asociación Española de Banca (AEB), suponen la primera caída semestral en los resultados del sector desde la registrada en la primera mitad de 2002, poco después del estallido de la burbuja de las ".com" y justo después de los atentados del 11-S (septiembre 2001). Además, esta caída contrasta con el incremento del 20,4 por ciento que registraron en el mismo período de 2007.
Las provisiones por insolvencias aumentan un 62 por ciento
El mayor esfuerzo en provisiones para insolvencias (con un 62 por ciento de incremento anual) y dotaciones a provisiones (fundamentalmente aportaciones extraordinarias a fondos de pensiones), junto a los menores resultados no recurrentes, han motivado que el beneficio consolidado de la primera mitad del ejercicio sea ligeramente inferior al de una año antes y la rentabilidad de la actividad ordinaria sobre activos totales medios pase a ser del 1,14 por ciento, frente al 1,25 por ciento de junio de 2007.
Los márgenes de la cuenta muestran, por el contrario, aumentos de más del 10 por ciento. En concreto, el margen de intermediación alcanzó los 18.045 millones de euros, un 16,45 por ciento más; el margen ordinario alcanzó los 31.763 millones, un 12,35 por ciento más, y el de explotación, 18.548 millones de euros, un 15,23 por ciento más.
La morosidad se sitúa en el 1,4 por ciento
Los créditos al cliente alcanzaron los 805.503 millones de euros de saldo hasta junio, con un crecimiento del 11,5 por ciento, mientras que la morosidad a otros sectores residentes fue del 1,28 por ciento, con unos fondos constituidos que representan el 154 por ciento de los créditos dudosos.
Los créditos superan ya 1,2 billones de euros de saldo y mantienen un ritmo de crecimiento anual del 7,5 por ciento, con una morosidad estimada es del 1,4 por ciento y con unos fondos de cobertura constituidos que suponen el 140 por ciento de los créditos dudosos.