LD (EFE) El crecimiento de la masa monetaria en la eurozona, medido por el agregado M3, creció un 7,9 por ciento en julio, tres décimas más que en junio, según ha informado este viernes el BCE. Entre mayo y julio, el volumen del dinero en circulación en los doce países del euro creció un 7,6 por ciento, cuatro décimas más que en el período de abril a junio de este año. De los componentes de la M3, la tasa interanual del M1 aumentó en julio un 11,1%, frente al 10,9% en junio.
Estos valores superan ampliamente el valor de referencia del 4,5 por ciento recomendado por la entidad y son atribuidos, en parte, al "dinamismo monetario que prevalece por los bajos tipos de interés". En especial, el BCE ha citado el fuerte crecimiento de las hipotecas y advertido de que los precios de las viviendas deben seguir siendo observados de cerca para prevenir los riesgos sobre la estabilidad de los precios a medio y a más largo plazo. El BCE agregó que el volumen de crédito concedido en julio al sector privado creció un 8,2 por ciento, dos décimas más que en junio.
Pese a esta evolución, no se prevé que el BCE varíe los tipos de intervención. El banco europeo ha conservado invariables las tasas desde junio de 2003 en el 2,0 por ciento, el mínimo en casi 60 años para los doce países que hoy integran la eurozona. A pesar de la aceleración del crecimiento de dinero en la eurozona y del aumento de los precios del petróleo, el BCE no prevé un aumento de la inflación, a medio plazo.