L D (EFE) El barril de crudo Brent para entrega en junio se cotizaba a 36,53 dólares a media mañana de este viernes tras cerrar la jornada anterior en 68 centavos menos. La tendencia se mantenía al alza en un contexto internacional de inestabilidad en Oriente Medio, un nivel de reservas preocupante en Estados Unidos y posibles recortes de la producción por parte de la OPEP.
Los actuales altos precios del crudo no se veían desde octubre de 1990, cuando se acercaba el estallido de la primera Guerra del Golfo (1991), que acabó paralizando las exportaciones de petróleo desde Irak y Kuwait. El 10 de octubre de 1990, meses después de la invasión iraquí de Kuwait, el Brent llegó a situarse en 40,95 dólares.
Ante este encarecimiento del precio del crudo, ATA, en una nota de prensa, explicó que la subida del precio del crudo afecta, además de a los ciudadanos y a los consumidores, a los más de 800.000 autónomos que necesitan carburantes para desarrollar su actividad, y advirtió de que esta situación puede provocar incrementos de precios en el transporte, la energía y la industria.
El presidente de la Federación, Lorenzo Amor, aseguró que si el precio del petróleo continúa al nivel actual el IPC podría desbocarse a final de año hasta un punto más de lo previsto y ello repercutiría en los salarios, el déficit público y el escenario macroeconómico global. Según ATA, los presupuestos para este año calculaban los ingresos por el impuesto sobre los hidrocarburos a partir de una previsión de cotización del petróleo mucho más baja que la actual, por lo que, a su juicio, es viable reducir ese tributo sin afectar a la recaudación.
Los actuales altos precios del crudo no se veían desde octubre de 1990, cuando se acercaba el estallido de la primera Guerra del Golfo (1991), que acabó paralizando las exportaciones de petróleo desde Irak y Kuwait. El 10 de octubre de 1990, meses después de la invasión iraquí de Kuwait, el Brent llegó a situarse en 40,95 dólares.
Ante este encarecimiento del precio del crudo, ATA, en una nota de prensa, explicó que la subida del precio del crudo afecta, además de a los ciudadanos y a los consumidores, a los más de 800.000 autónomos que necesitan carburantes para desarrollar su actividad, y advirtió de que esta situación puede provocar incrementos de precios en el transporte, la energía y la industria.
El presidente de la Federación, Lorenzo Amor, aseguró que si el precio del petróleo continúa al nivel actual el IPC podría desbocarse a final de año hasta un punto más de lo previsto y ello repercutiría en los salarios, el déficit público y el escenario macroeconómico global. Según ATA, los presupuestos para este año calculaban los ingresos por el impuesto sobre los hidrocarburos a partir de una previsión de cotización del petróleo mucho más baja que la actual, por lo que, a su juicio, es viable reducir ese tributo sin afectar a la recaudación.