Los analistas esperan que el BCE mantenga los tipos de interés

En las recientes jornadas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Estambul, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet reiteró que "el nivel actual de tipos es apropiado" para impulsar el crecimiento económico en las economías del euro y devolver la confianza y tranquilidad a los mercados.

De igual manera se han pronunciado estos días el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y Axel Weber, del Bundesbank.

Los mercados prevén que además de no alterar los tipos en Venecia, el BCE tampoco lo hará hasta bien entrado 2010, previsión que básicamente coincide con la del FMI.

La tasa rectora de las principales operaciones de refinanciación en la zona del euro está en el 1 por ciento, nivel históricamente bajo y sensiblemente inferior al 4,25 por ciento de octubre de 2008.

También se encuentran en niveles excepcionalmente bajos los tipos aplicados a la facilidad marginal de crédito -por la que el BCE presta dinero a los bancos- y la facilidad de depósito -por la que remunera el dinero-, en el 1,75 y 0,25 por ciento, respectivamente.

El BCE persigue con ese abanico el doble objetivo de impulsar el crecimiento y reconducir a la normalidad el mercado interbancario.

La recuperación de la actividad económica en la zona del euro ha comenzado, aunque de forma gradual y heterogénea y de la necesidad urgente de liquidez se ha pasado al exceso.

De ahí que para los analistas, lo más interesante de la cita de Venecia serán precisamente los comentarios que haga Trichet en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo sobre cuando y cómo reabsorberá el BCE ese exceso de liquidez en el mercado.

"Este tema que no debe aplazarse más, pues podría haber riego de formación de burbujas", dijo el analista jefe del consorcio Allianz, Michael Heise, en declaraciones a Financial Times Deutschland

También los economistas de DekaBank temen que un exceso de liquidez pueda desatar nuevas tormentas en el mercado financiero. Para Trichet, la prioridad sin embargo es la recuperación y la estabilidad de precios.

En septiembre, el BCE revisó al alza sus pronósticos de crecimiento para la zona del euro y ahora prevé una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) de una media del 4,1 por ciento este año, frente al 4,6 por ciento pronosticado en junio.

Para 2010, el BCE pronostica un crecimiento del 0,2 por ciento. En junio predijo una contracción del 0,3 por ciento.

"Los signos de estabilización de la actividad económica de la zona del euro y otras regiones aumentan", sostuvo el BCE.

Entre esas regiones figura Australia, que ayer se convirtió en la primera economía industrializada en subir los tipos de interés desde el azote de la crisis económica mundial, al aumentar el precio del dinero un cuarto de punto hasta el 3,25 por ciento.

El gobernador del Banco de la Reserva, Glenn Stevens, explicó que la recuperación de la economía y confianza de consumidores e inversores es "más rápida de lo esperado".

Pese a los síntomas de recuperación en la eurozona, el jefe de la división de estudios económicos del FMI, Jïrg Decressin, no cree que haya razones para que el BCE suba los tipos incluso en 2010.

"Tal y como nosotros lo vemos, el BCE podrá seguir conduciendo el año próximo una política monetaria acomodaticia", afirmó Drecessin en el marco de la asamblea anual del FMI en Estambul.

La reunión de Venecia va precedida por la decisión de la Comisión Europea (CE) de abrir procedimientos por déficit excesivo contra Alemania, Italia, Holanda, Austria, Bélgica, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa.

El Ejecutivo comunitario adoptó esa medida tras constatar que, en ninguno de los casos, los déficit previstos para 2009 en esos países estarán cerca del valor máximo permitido (el 3% del PIB) ni constituirán una superación excepcional ni temporal de ese tope.

Entre febrero y mayo de este año, se expedientó a España, Malta, Polonia, Rumanía, Lituania, Francia, Letonia, Irlanda y Grecia.