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SEGÚN LOS ANALISTAS

Las materias primas se encarecerán el próximo año

Con la deuda pública en entredicho y el dólar por los suelos, los inversores se refugian en las materias primas, especialmente en el oro y el petróleo, que continuarán su alza durante el año próximo.

Todos los expertos parecen coincidir, las materias primas seguirán subiendo el año próximo y es muy posible que lo sigan haciendo durante 2011. Los más afectados por el alza son el petróleo, al que pronostican un alza moderada hasta situarse en unos 85 dólares por barril, y el oro, brillante talismán en periodos de crisis que podría en unos meses alcanzar los 1.300 dólares por onza.


Según los analistas consultados por el diario económico alemán Handelsblatt en un reportaje especial de fin de año, las materias primas van a subir de un modo sostenido. Unos consideran que alcanzarán entonces su máximo mientras que otros, más pesimistas advierten sobre la próxima crisis que se está gestando ahora.


Hay dos posturas encontradas, dos teorías que vienen a explicar lo que está pasando. Gerd Henning Beck, un especialista en fondos de inversión, es de la opinión que “mientras la banca central siga con las puertas abiertas, los precios de las materias primas seguirán subiendo”. Frank Schallenberger, analista de Landesbank Baden-Württemberg (LBBW), cree que el ascenso se debe al incremento de la demanda debido a la tímida recuperación que se atisba en los mercados.

El hecho es que, por una razón u otra, todos están convencidos de que el cobre, el oro, los productos agrícolas y petróleo serán más caros el año que viene. El petróleo, que se mantiene a precios anormalmente altos a pesar de la crisis mundial, subirá porque, según unos, el repunte en Asia incrementará la demanda. Pero en 2009 no se ha producido incremento sino descenso en el consumo de petróleo y, a pesar de ello, los precios han subido lentamente desde el derrumbe de último cuatrimestre de 2008.


Beck insiste en que lo único que puede explicar el alza es “la gran liquidez existente y no el aumento de la demanda”, que, por otra parte, no se ha producido. La clave, siguiendo a Beck, es el llamado “carry-trade”. Los inversores toman prestados dólares de la Reserva Federal a casi interés cero y los invierten en bonos estatales y materias primas. El resultado es que ambos mercados, el de la deuda pública y el de las primas, están artificialmente inflados. Como de costumbre, es la banca central la que está detrás de todo tratando de apagar un fuego con más gasolina.


Si se produce un corte de liquidez el mercado de las primas puede estallar. Christian Heger, gestor de activos de HSBC, avisa de las consecuencias que tendría una salida precipitada de la política de dinero barato que están llevando los bancos centrales: “implicaría una corrección severa en el mercado”. Donde Heger no ve burbuja alguna es en el oro. “Es el metal de las crisis”, asegura, “si su precio sube lo que hay que plantearse es la confianza en la deuda pública”.


Por de pronto el oro va a cerrar el año por encima de los 1.000 dólares la onza. Schallenberger cree que se situará en 2010 en torno a los 1.250 dólares. Beck tira más alto y cifra el precio del oro en los 1.300 dólares, una cotización que sería histórica.

En Libre Mercado

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