LD (EFE) Aunque las menores plusvalías anotadas en este periodo explican parte de ese ligero descenso de los resultados, lo cierto es que también han tenido mucho que ver el menor ritmo de crecimiento del crédito, el alza de la morosidad, el aumento de las dotaciones y el cierre de los mercados como método de obtener liquidez.
De "las cinco grandes" -Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y el Banco Popular- , la entidad que preside Emilio Botín fue, una vez más, líder indiscutible, ya que obtuvo una ganancia neta de 4.730 millones de euros, un 6,1% por ciento más, cifra que hubiera crecido el 22 por ciento sin tener en cuenta las plusvalías.
Por su parte, el BBVA logró anotarse 3.108 millones de euros, un 7,9 por ciento menos que un año antes, retroceso que se debió, en gran parte, a la decisión de dotar 329 millones de euros procedentes de ingresos extraordinarios para cubrir prejubilaciones en España y Portugal.
En los resultados de La Caixa, que se situó en tercera posición con un descenso del beneficio del 13,7 por ciento, hasta 1.060 millones de euros, influyó de forma decisiva el hecho de que la caja destinara íntegramente a dotaciones para riesgos del negocio los ingresos extraordinarios de 225 millones de euros generados en el primer semestre del año, frente a los 250 millones de extraordinarios que sí se computaron en el primer semestre de 2007.
Por su parte, Caja Madrid registró un incremento del 1,1 por ciento del beneficio, hasta 1.084,52 millones de euros, aunque vio cómo su tasa de morosidad seguía aumentando hasta el 1,89 por ciento, índice que, según la entidad, podría superar el 3 por ciento a final de año, y cómo los créditos a clientes continuaban desacelerándose, al avanzar el 12,2 por ciento.
La caja anunció además que tendrá que dotar provisiones por importe de 250 millones de euros después de que la inmobiliaria Martinsa-Fadesa -que le adeuda 1.000 millones de euros- presentara solicitud de concurso de acreedores (ántigua suspensión de pagos).
El Banco Popular fue el que menos ganancias se anotó, aunque su beneficio creció el 10,1 por ciento, hasta 674,7 millones de euros, a pesar de que la tasa de morosidad se duplicó, al situarse en el 1,42 por ciento. Asimismo, en el caso de Martinsa-Fadesa, la entidad ha tenido que dotar provisiones por 100 millones de euros.