LD (Luis F. Quintero / Lorenzo Ramírez) Siguen llegando noticias sorprendentes del otro lado del Atlántico. La crisis hace estragos en las economías domésticas de multitud de núcleos urbanos estadounidenses al tiempo que agudiza el ingenio de sus habitantes.
Hace pocas fechas, LD les adelantaba que las ejecuciones hipotecarias que tiñeron de rojo el mapa de los EEUU estaban dándose la vuelta de manos de los llamados "bancos a la fuga". Entidades a quienes les resulta más costoso mantener los embargos que devolverle la propiedad a sus dueños originales, aun a riesgo de que continúen los impagos de créditos hipotecarios.
Un fenómeno que también ha contribuido a generar auténticas ciudades y barrios fantasma en numerosos enclaves de EEUU. Detroit es uno de los ejemplos más claros, donde las autoridades locales tratan de convencer a los escasos vecinos que siguen viviendo en barrios desocupados para poder arrasar las zonas vacías y ahorrar así servicios públicos. Barrios tomados por camellos, bandas de delincuentes y narcotraficantes, donde abundan las pintadas y las hogueras, según los medios de información locales.
Precisamente, una de las medidas propuestas por candidatos a la alcaldía de Detroit para aprovechar las amplias zonas desocupadas de la ciudad consiste en dedicarlas al autocultivo. Una medida que está siendo adoptada por muchos particulares en EEUU.
Se impone el autocultivo en el hogar
Es el caso de varios vecinos de Fort Worth (Texas). Allí, Rick Archie, dueño de Archie Garderland (compañía de venta de semillas) señala que se ha registrado un importante incremento en las ventas. Algo que "siempre sucede en épocas de crisis". Archie no duda en atribuir esta tendencia a los problemas financieros que atraviesan un creciente número de familias en EEUU, según publica el Star Telegram.
El fenómeno es el siguiente. Los vecinos optan por cultivar sus propias verduras y hortalizas en el jardín de sus casas, "por la economía y porque es más divertido". Así lo explica Debbie McNeill, una ama de casa que mantiene un pequeño huerto de cuatro metros cuadrados situado en el jardín de casa de su madre.
El dueño de Archie Garderland estima que la venta de plantas de hortalizas ha incrementado de un 20% a un 25% en lo que va de 2009. Un porcentaje que se incrementa hasta el 60% en el caso de Alimentaciones Russell en la ciudad de Haltom. Unos datos que corroboran los mayoristas del mercado de las semillas.
Algunas compañías, como Semillas Park en Carolina del Sur ha incrementado la producción de paquetes "multisemillas" para impulsar la producción de huertos familiares. Unos programas federales que cobraron relativo éxito durante las dos guerras mundiales.
El precio de estos paquetes ronda los 10 dólares y contiene semillas para cultivar seis hortalizas diferentes. Una inversión que, según la compañía W. Atlee Burpee en Pensilvania, podría ahorrar hasta 650 dólares en un supermercado si las condiciones climatológicas y el cuidado del agricultor doméstico dan sus frutos adecuadamente.
"Dinero-verdura"
Con este incremento en las ventas, los mayoristas agudizan aún más sus estrategias comerciales sabiendo que algunos consumidores no comprarán determinados paquetes que no incluyan aquellas verduras que más consumen, por eso diversifican.
Así, ofrecen paquetes que incluyen semillas de tomates, pimientos rojos, lechuga, zanahorias, guisantes y judías. Otro de los compuestos contiene semillas de calabacín, lechuga, pepinillos, tomates, judías y pimientos.
Ahorro y entretenimiento
Para mucha gente, esta actividad constituye un importante instrumento de ahorro, ya que proporciona entretenimiento para el tiempo de ocio y permite ahorrar costes, no sólo en alimentación sino también precisamente en ocio. En lugar de ir al cine, o tomar una copa, estas familias pueden disfrutar de una actividad relativamente barata.
Los productores de semillas señalan que aquellos particulares que quieran sumarse a esta última moda de ahorro en alimentación no sólo se sentirán orgullosos de cultivar sus propias verduras, sino que además obtendrán unos productos más sabrosos al poder consumirlos recién recogidos de la propia planta.
¿Cuánto puede ahorrar?
Según los productores de semillas, con una inversión de unos 14 dólares entre el paquete de semillas y los fertilizantes, los agricultores caseros podrían ahorrar entre 120 y 250 dólares en tomates. Por otro lado, los pimientos rojos, cuyo paquete de semillas cuesta únicamente 3 dólares puede llegar a ahorrar hasta 225 dólares. El ingenio se dispara en épocas de crisis.