L D (Agencias) La encuesta CAPE 2003, realizada por Eurocámaras, sostiene que es preciso acelerar los esfuerzos para preparar a estas empresas durante el tiempo que resta hasta la adhesión. Según el informe, sólo la mitad de las empresas han iniciado el proceso de adaptación a la normativa existente en la UE y el nivel de cumplimiento medio ha bajado desde el 2,2 al 2 en un año (en una escala del 1 al 4). El 8 por ciento de las empresas afirman que han implantado completamente los programas de reforma necesarios y cumplirá la normativa comunitaria a tiempo.
Además, el 9,6 por ciento de las empresas dicen estar completamente informadas sobre la legislación comunitaria actual, frente al 8,8 por ciento de hace un año, y el 27,9 por ciento no están informadas en absoluto, en comparación con el 23,4 por ciento del año pasado. La mitad de las empresas no han utilizado la información de la que dispone y el 37 por ciento usan todas las posibilidades para obtener información.
Según la encuesta, las pequeñas y medianas empresas, especialmente las que sólo operan en los mercados domésticos, son las peor preparadas, cuentan con menos información y tienen un nivel más bajo de cumplimiento de la legislación comunitaria actual. El 84,9 por ciento de las empresas se declaran a favor de la entrada de su país en la UE.
Por otra parte, el 60 por ciento son optimistas o muy optimistas respecto a los efectos que tendrá la entrada en la Unión, frente al 69 por ciento de la encuesta anterior. En cuanto a los efectos de la adhesión, un 20 por ciento de las empresas de los países candidatos esperan mayor competencia en sus mercados locales por la entrada de nuevos competidores de la Unión, un 15 por ciento creen que será más fácil acceder a otros países de Europa y un 14 por ciento que habrá más transparencias para las prácticas empresariales en sus respectivos mercados locales.
Además, el 9,6 por ciento de las empresas dicen estar completamente informadas sobre la legislación comunitaria actual, frente al 8,8 por ciento de hace un año, y el 27,9 por ciento no están informadas en absoluto, en comparación con el 23,4 por ciento del año pasado. La mitad de las empresas no han utilizado la información de la que dispone y el 37 por ciento usan todas las posibilidades para obtener información.
Según la encuesta, las pequeñas y medianas empresas, especialmente las que sólo operan en los mercados domésticos, son las peor preparadas, cuentan con menos información y tienen un nivel más bajo de cumplimiento de la legislación comunitaria actual. El 84,9 por ciento de las empresas se declaran a favor de la entrada de su país en la UE.
Por otra parte, el 60 por ciento son optimistas o muy optimistas respecto a los efectos que tendrá la entrada en la Unión, frente al 69 por ciento de la encuesta anterior. En cuanto a los efectos de la adhesión, un 20 por ciento de las empresas de los países candidatos esperan mayor competencia en sus mercados locales por la entrada de nuevos competidores de la Unión, un 15 por ciento creen que será más fácil acceder a otros países de Europa y un 14 por ciento que habrá más transparencias para las prácticas empresariales en sus respectivos mercados locales.