L D (Agencias) Para Iberdrola, un reparto con arreglo a producciones previstas sería el único criterio capaz de recoger el cambio estructural que se está produciendo en el sector, que prevé la incorporación de 14.800 MW de potencia instalada mediante centrales de ciclo combinado hasta el 2011.
Endesa, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y Viesgo creen, en cambio, que el criterio óptimo es el de la producción histórica de las centrales (la de los últimos años) y sin discriminar entre instalaciones homogéneas (carbón nacional e importado). Este mecanismo atribuiría más derechos a las plantas de carbón, de gran peso en el parque de generación de Endesa y Unión Fenosa, frente a las de ciclo combinado, que lidera Iberdrola.
Según informa la agencia Europa Press, las eléctricas lideradas por Endesa defendieron su punto de vista amparándose en la Directiva de la UE, que respeta las condiciones en que se realizaron las inversiones históricas, para las que Kioto es un efecto sobrevenido. Por ello, todos los PNA y borradores de los miembros de la UE utilizan el criterio de emisiones históricas para la asignación, pues es el único que la Comisión Europea no podría objetar. La apuesta de Iberdrola sería en cambio, según la compañía, la que están adoptando los países del entorno que hasta la fecha no han cumplido con sus objetivos de reducción de emisiones.
Otra sugerencia de Iberdrola fue la creación de una bolsa de derechos para nuevas instalaciones de producción, adicional a la de las ya existentes, lo que implicaría una previsión de emisiones para las mismas. Las eléctricas encabezadas por Endesa desaprueban la idea, pues supondría tener que hacer una estimación “arbitraria” de su entrada y horas de funcionamiento. La consecuencia de esto, según Endesa, sería una cadena de impugnaciones por parte de los otros agentes y países, pues la Directiva establece que “la cantidad total de derechos que deben asignarse a las instalaciones sujetas no debe ser mayor de la necesaria”.