El Gobierno hará uso de dos instrumentos básicos para tratar de proceder al saneamiento del sistema financiero español: el rescate público de la banca (FROB) y la nueva Ley de Cajas, que nace con el objetivo de facilitar a las entidades la captación de capital privado.
Sin embargo, una de las principales claves de la citada reforma consiste en que las cajas de ahorros también podrán vender más del 50% de su capital a un banco (privatización total) para convertirse en una mera fundación dedicada a obras sociales, tal y como avanzó LD. Eso sí, siempre y cuando dicho cambio de régimen jurídico sea aprobado por, al menos, dos tercios de su consejo de administración.
Pero la entidad también podrá ser obligada a ello. Pese al plan de rescate bancario y la apertura de las cajas de ahorros a la captación de capital privado, sigue existiendo la posibilidad de quiebras financieras, con la consiguiente intervención del Banco de España. La reforma de la Ley de Cajas (LORCA) establece en su artículo 6 que las cajas intervenidas podrán ser transformadas en “fundaciones de carácter especial”, perdiendo así su condición de entidad de crédito.
En concreto, el artículo señala que las cajas se transformarán en fundaciones de carácter especial, segregando sus actividades financiera y benéfico-social, en tres supuestos:
1) Si la caja de ahorros vende más del 50% de su capital.
2) “Como consecuencia de la renuncia a la autorización para actuar como entidad de crédito y en los demás supuestos de revocación”. Es decir, si decide extinguirse como caja.
3) “Como consecuencia de la intervención de la entidad de crédito en los supuestos previstos en la Ley 26/1988, de 29 de julio, de disciplina e intervención de las entidades de crédito”. Es decir, cuando el Banco de España interviene una entidad insolvente.
“A tal efecto traspasarán todo el patrimonio afecto a su actividad financiera a otra entidad de crédito a cambio de acciones de esta última y se transformarán en una fundación de carácter especial perdiendo su condición de entidad de crédito”, según la reforma. En tal caso, “la fundación centrará su actividad en la atención y desarrollo de su obra benéfico social”. Todo ello, “supondrá la transformación de la Caja en una Fundación de carácter especial”, con su consiguiente privatización.
De este modo, el Banco de España contará a partir de ahora con una nueva herramienta para presionar a las cajas de ahorros, ya que si interviene pasará a dirigir la entidad y podrá transformarla en una mera fundación social. Hasta el momento, el organismo monetario ha intervenido dos cajas: Caja Castilla-La Mancha (CCM) y CajaSur. La primera fue transferida a una filial bancaria de Cajastur, en una operación caracterizada por su opacidad, pero sin perder su condición de caja; CajaSur, por su parte, será vendida a otra entidad.