LD (Agencias) "Ninguna caja pasa por una situación crítica ni delicada", según Quintás. "No entiendo a qué viene el nivel de intoxicación deliberado, de dónde viene ni qué persigue, pero si pasara algo en alguna caja yo debería y saberlo, y de momento no es así", zanjó.
Quintás informó que las 43 cajas de ahorros españolas obtuvieron un beneficio neto atribuido récord de 11.200 millones de euros en 2007, un 19,2 por ciento más que el año anterior, sin verse en absoluto afectadas por la crisis financiera y de liquidez que impera en los mercados internacionales.
Según Quintás, que presentó hoy los resultados en Madrid, las cajas han logrado esos beneficios gracias al crecimiento de la actividad, a la contención de costes: Sin embargo, han elevado sus provisiones voluntarias en 1.600 millones de euros, sobre todo en diciembre, para afrontar posibles malos tragos en 2008 como, por ejemplo, el empeoramiento de la morosidad.
Auguran un año “mucho más complicado” que en 2007
Aseguró que la crisis financiera desatada el pasado verano a raíz de las problemáticas hipotecas de alto riesgo estadounidenses no les ha arañado aún un ápice sus resultados, cuyo crecimiento se mantuvo estable durante todo el año con incluso algunas mejoras en los últimos meses.
No obstante, auguró un 2008 mucho más complicado que 2007 y en el que los beneficios podrían verse mermados (el negocio común bancario no crecerá el 20 por ciento) por un cambio de ciclo en el que cae el crecimiento de los préstamos.
El margen de intermediación de las cajas creció el 19,9 por ciento en 2007, mientras que los ingresos por comisiones sólo aumentaron el 6,5 por ciento, hasta 5.638 millones de euros.
Los gastos de explotación aumentaron tan sólo el 9,9 por ciento, lo que permitió que el margen de explotación, que da una imagen clara de la situación del negocio puramente bancario, creció el 26,1 por ciento.
Esos resultados han permitido a las cajas mejorar su ratio de eficiencia el año pasado en 4,3 puntos porcentuales hasta el 46,3 por ciento.
A cierre de 2007, el sector de las cajas de ahorros disponen del 50,9 por ciento de los depósitos totales si se tienen en cuenta los bancos y las cooperativas de crédito y del 47,7 por ciento de los créditos.
Según Quintás, el crecimiento del crédito se ralentizará hasta crecer algo menos del 10 por ciento, tal y como también han previsto otras entidades y organismos, frente a aumentos por encima del 20 por ciento en años anteriores.
Explicó que a partir de ahora las cajas deben concentrarse "mucho más" en los negocios de seguros y otras actividades, además de prestar dinero a sectores distintos de la construcción, si quieren seguir creciendo de forma estable.
No obstante, Quintás apuntó que las cajas tienen actualmente unas plusvalías latentes por sus inversiones industriales en empresas de 20.000 millones de euros.
El presidente de la CECA se mostró sorprendido por las críticas de la prensa británica a la banca española, que la acusó de abusar de la financiación del Banco Central Europeo (BCE), cuando en realidad no ha rebasado el nivel que le corresponde por su economía y población.
España alcanzó en diciembre una financiación en las subastas del BCE del 9,5 por ciento y en enero el 9 por ciento, frente a su nivel habitual del 4 por ciento y sin rebasar el 10,8 por ciento que le corresponde, frente a Alemania, por ejemplo, que ha llegado a utilizar el doble del 29,4 por ciento que le corresponde.
Quintás explicó que la economía española está ahora mucho más preparada que cuando comenzó la crisis de inicios de los 90, con una economía en recesión y una morosidad del 3 por ciento, frente al 1 por ciento actual y con un crecimiento de la economía que estará por encima del 2 por ciento en el 2008 ("yo creo 2,5 por ciento").
El presidente de la confederación de cajas de ahorro terminó dando su palabra de honor de que ninguna caja española estaba en situación "crítica ni delicada".