L D (EFE) El escándalo japonés hacía que las caídas más acusadas correspondieran a las empresas tecnológicas. Así, en Madrid , el selectivo Ibex-35 se dejaba el 1,09 por ciento hasta los 10.688,30 puntos, mientras que el indicador Nuevo Mercado retrocedía el 1,21 por ciento, hasta los 2.677,80 enteros.
La única empresa del selectivo español que lograba mantenerse en el terreno de las subidas era Endesa, con un incremento del 0,58 por ciento. La eléctrica ha visto incrementadas sus ganancias después de la presentación de sus resultados en 2005, que se han convertido en los mejores de la historia de la compañía con un incremento de los beneficios del 154 por ciento. Mientras, las pérdidas, siendo las más pronunciadas para Telecinco (3,47%), FCC (1,81%) e Iberia (1,80%). Gas Natural, por su parte, se dejaba el 0,60 por ciento.
La caída en la bolsa de Madrid, que ha perdido el nivel de los 10.700 puntos, sigue la tendencia del resto de mercados europeos. Los descensos eran este miércoles del 1,46 por ciento en el caso de Fráncfort, el 1,23 por ciento en el de Milán, el 1,05 por ciento en el de París y el 0,82 por ciento en el de Londres. Estos descuentos generalizados vienen motivados por el precio del petróleo, que ha experimentado una fuerte subida en los últimos días debido a factores como las amenazas del Gobierno iraní de recortar el abastecimiento del crudo y, sobre todo en lo que se refiere a las empresas tecnológicas, al desplome del mercado japonés debido al escándalo de Livedoor.
El índice Nikkei cerró este miércoles con una fuerte caída del 2,5 por ciento una sesión marcada por la suspensión de las negociaciones de dicha empresa "puntocom", que está siendo investigada por supuesta violación de leyes bursátiles y falsificación de resultados. Según informaba el diario japonés Yomiuri, la empresa falsificó los beneficios de la casa matriz del grupo Livedoor para el primer semestre fiscal de 2004. Según sus datos, la compañía sufría pérdidas por 1.000 millones de yenes (6,8 millones de euros) pero declaró como beneficios propios, que en realidad eran de sus filiales, 2.400 millones de yenes (6,8 millones de euros).