LD (EFE) La directora francesa adjunta de empleo y asuntos sociales, Martine Durand, señaló que a pesar de las reformas aprobadas o en fase de discusión, Francia, Alemania, España o Italia "son países que van a tener que continuar" aportando cambios para garantizar el equilibrio financiero en las próximas décadas .
El jefe de la división de política de empleo, Raymond Torres, destacó que en España "se ha dado un primer paso positivo con la pensión flexible", al igual que con la búsqueda de incentivos para los complementos privados a la pensión pública y la supresión de las prejubilaciones. Sin embargo, Torres indicó que "el sistema no se ha reformado totalmente" y los efectos de su aplicación todavía no se conocen, sobre todo si los trabajadores de mayor edad seguirán saliendo del mercado laboral con procedimientos como las bajas por invalidez.
También recordó que, en ausencia de reformas, y dado el elevado envejecimiento de la población que se producirá en las próximas décadas en España por su estructura demográfica, el aumento del porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) dedicado a las pensiones en las próximas décadas sería superior al de otros países de la OCDE como Francia.
En el caso del proyecto de ley de pensiones que el Gobierno francés debe presentar la semana próxima, Durand admitió que no es suficiente para garantizar la financiación del sistema a largo plazo, "pero es un paso en la buena dirección". Además, Torres explicó que ni siquiera Suecia, que aparece como "el mejor alumno" en Europa por la reforma que ha emprendido, puede darse por satisfecha con lo realizado, como lo muestra el incremento de las bajas por invalidez entre los trabajadores de edad avanzada.
La directora adjunta de empleo argumentó que ampliar el periodo de cotizaciones no significa que haya que trabajar más allá de los 70 ó 75 años, sino evitar las jubilaciones anticipadas, y recordó que en muchos países la edad efectiva de jubilación es dos o tres años inferior a la edad legal. Para conseguir este objetivo, dijo, harán faltas reformas del mercado de trabajo, en particular la penalización de las prejubilaciones y la puesta en marcha de una formación a lo largo de toda la vida.
Respecto al recurso a la inmigración para rejuvenecer la estructura demográfica, insistió en que su impacto es limitado porque harían falta entradas masivas para reemplazar a todos los que van a jubilarse próximamente, y éstas causarían mayores problemas de integración y de índole política. En cuanto a la rebaja de las pensiones, la directora adjunta puntualizó que "hay un límite".
El jefe de la división de política de empleo, Raymond Torres, destacó que en España "se ha dado un primer paso positivo con la pensión flexible", al igual que con la búsqueda de incentivos para los complementos privados a la pensión pública y la supresión de las prejubilaciones. Sin embargo, Torres indicó que "el sistema no se ha reformado totalmente" y los efectos de su aplicación todavía no se conocen, sobre todo si los trabajadores de mayor edad seguirán saliendo del mercado laboral con procedimientos como las bajas por invalidez.
También recordó que, en ausencia de reformas, y dado el elevado envejecimiento de la población que se producirá en las próximas décadas en España por su estructura demográfica, el aumento del porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) dedicado a las pensiones en las próximas décadas sería superior al de otros países de la OCDE como Francia.
En el caso del proyecto de ley de pensiones que el Gobierno francés debe presentar la semana próxima, Durand admitió que no es suficiente para garantizar la financiación del sistema a largo plazo, "pero es un paso en la buena dirección". Además, Torres explicó que ni siquiera Suecia, que aparece como "el mejor alumno" en Europa por la reforma que ha emprendido, puede darse por satisfecha con lo realizado, como lo muestra el incremento de las bajas por invalidez entre los trabajadores de edad avanzada.
La directora adjunta de empleo argumentó que ampliar el periodo de cotizaciones no significa que haya que trabajar más allá de los 70 ó 75 años, sino evitar las jubilaciones anticipadas, y recordó que en muchos países la edad efectiva de jubilación es dos o tres años inferior a la edad legal. Para conseguir este objetivo, dijo, harán faltas reformas del mercado de trabajo, en particular la penalización de las prejubilaciones y la puesta en marcha de una formación a lo largo de toda la vida.
Respecto al recurso a la inmigración para rejuvenecer la estructura demográfica, insistió en que su impacto es limitado porque harían falta entradas masivas para reemplazar a todos los que van a jubilarse próximamente, y éstas causarían mayores problemas de integración y de índole política. En cuanto a la rebaja de las pensiones, la directora adjunta puntualizó que "hay un límite".