(Libertad Digital) Los 85 dólares fijados por Google representan un fracaso respecto a las expectativas suscitadas por la compañía, que además se vio obligada a recortar del 9,5 por ciento al 7,3 por ciento el capital que colocará en el Nasdaq. Ello implica que los responsables de la firma ingresen un máximo de 1.860 millones de dólares, un 46 por debajo de lo previsto inicialmente.
Una vez establecido el precio por acción y recibido el visto bueno por parte de la SEC para cotizar en bolsa, Google tiene vía libre para pisar el parqué bajo el código "GOOG". La mayoría de los analistas prevén que el paso pueda darse este mismo jueves. El organismo bursátil considera que, ahora sí, la documentación presentada por Google es "correcta", aunque ha remarcado que continuará analizando si la compañía violó la regulación bursátil al conceder sus dos fundadores, Larry Page y Sergey Brin, una entrevista a la revista Playboy. La ley prohíbe hacer declaraciones públicas a los responsables de las compañías que van a salir a bolsa.
Satisfacción con el precio
Los 85 dólares que costará cada acción de Google ha sido bien recibida entre los analistas. "Los títulos tienden al precio correcto”, ha señalado un experto a News.com. “Se sitúa un 20 por ciento por debajo del valor de Yahoo!, lo que es correcto, dado que ésta ha diversificado su fuente de ingresos”, mientras que la facturación de Google depende en su 95 por ciento de la publicidad. El analista añade que, a diferencia de Yahoo!, Google no ha aportado detalles sobre las previsiones financieras para el año que viene, lo que ha contribuido a alimentar el desconcierto.
El pinchazo de la salida a bolsa de Google deviene de los errores cometidos desde que fuera anunciada oficialmente hace un mes. En este tiempo Google reconoció que había emitido 29 millones de acciones de forma irregular y tuvo que pagar a Yahoo! 2,7 millones de acciones para zanjar una disputa sobre patentes. Tampoco contribuyó demasiado a levantar el optimismo que Google retrasara el lanzamiento de su Oferta Pública de Venta de acciones aduciendo problemas logísticos.
La satisfacción de los analistas contrasta con la decepción que planea en la sede de Google, ubicada en Mountain View, California. La salida a bolsa del buscador, la más esperada en el sector de la Nueva Economía después de que estallara la burbuja puntocom en el año 2000, ha generado tantas expectativas que ha terminado por generar suspicacias entre los potenciales inversores. Tampoco ha ayudado a estimular la compra de títulos el método elegido por la empresa para vender sus acciones, la subasta electrónica.