LD (EFE) Según estas recomendaciones, que fueron elaboradas por la Comisión Europea, entre 1997 y 2002, "España tuvo el mayor incremento de las tasas de empleo y la mayor reducción de las tasas de desempleo de todos los Estados miembros". Sin embargo lamenta que "el desempleo sigue estando bastante por encima y el empleo bastante por debajo de la media de la UE".
Los resultados varían mucho de unas regiones a otras, por lo que Bruselas recomienda hacer frente a las "disparidades regionales". La participación femenina en España y la tasa de empleo de los trabajadores de más edad siguen siendo "especialmente bajas". Además, una proporción muy elevada de personas –en torno a un tercio de los trabajadores– sigue teniendo contratos de duración determinada, y la productividad de la mano de obra permanece a niveles bajos.
Los niveles globales de estudios terminados y la participación de adultos en la formación siguen siendo "especialmente bajos", según la Comisión, que recuerda que en los últimos años el suministro de mano de obra se ha visto favorecido por la inmigración. Ante esta situación, el Consejo aprobó una serie de recomendaciones para España, igual que hizo con cada uno de los países de la UE, en la que se pide "prioridad inmediata" para varios aspectos.
La primera de ellas es promover la modernización de la organización de trabajo para potenciar la productividad y la calidad en el trabajo. Revisar el marco regulador para que los contratos indefinidos tengan más atractivo para los empleadores y disuadir del uso de contratos de duración determinada a fin de contrarrestar la segmentación del mercado de trabajo. Se pide un aumento del atractivo para los trabajadores de las agencias de trabajo temporal, y suprimir los obstáculos al trabajo a tiempo parcial. Aprovechar las posibilidades que ofrece la diferenciación salarial en función de la evolución de la productividad y de las condiciones a escala local, regional y sectorial.
Con el fin de atraer mayor número de personas al mercado de trabajo, los Veinticinco recomiendan a España aumentar los incentivos para que las mujeres participen en el mercado de trabajo, e incrementar la disponibilidad de los servicios para el cuidado de los hijos y otras personas dependientes. También se pide el aumento de la cobertura de las medidas del mercado de trabajo para los desfavorecidos (jóvenes, discapacitados, inmigrantes y en paro de larga duración), y completar la modernización de servicios como el seguimiento estadístico.
Además de fomentar la movilidad geográfica de los trabajadores, la UE recomienda a España que establezca una estrategia exhaustiva de "envejecimiento activo" para que las personas de más edad permanezcan más tiempo trabajando. Para crear empleo es importante, según la UE, reducir el abandono escolar y potenciar los incentivos al aprendizaje permanente.
Los resultados varían mucho de unas regiones a otras, por lo que Bruselas recomienda hacer frente a las "disparidades regionales". La participación femenina en España y la tasa de empleo de los trabajadores de más edad siguen siendo "especialmente bajas". Además, una proporción muy elevada de personas –en torno a un tercio de los trabajadores– sigue teniendo contratos de duración determinada, y la productividad de la mano de obra permanece a niveles bajos.
Los niveles globales de estudios terminados y la participación de adultos en la formación siguen siendo "especialmente bajos", según la Comisión, que recuerda que en los últimos años el suministro de mano de obra se ha visto favorecido por la inmigración. Ante esta situación, el Consejo aprobó una serie de recomendaciones para España, igual que hizo con cada uno de los países de la UE, en la que se pide "prioridad inmediata" para varios aspectos.
La primera de ellas es promover la modernización de la organización de trabajo para potenciar la productividad y la calidad en el trabajo. Revisar el marco regulador para que los contratos indefinidos tengan más atractivo para los empleadores y disuadir del uso de contratos de duración determinada a fin de contrarrestar la segmentación del mercado de trabajo. Se pide un aumento del atractivo para los trabajadores de las agencias de trabajo temporal, y suprimir los obstáculos al trabajo a tiempo parcial. Aprovechar las posibilidades que ofrece la diferenciación salarial en función de la evolución de la productividad y de las condiciones a escala local, regional y sectorial.
Con el fin de atraer mayor número de personas al mercado de trabajo, los Veinticinco recomiendan a España aumentar los incentivos para que las mujeres participen en el mercado de trabajo, e incrementar la disponibilidad de los servicios para el cuidado de los hijos y otras personas dependientes. También se pide el aumento de la cobertura de las medidas del mercado de trabajo para los desfavorecidos (jóvenes, discapacitados, inmigrantes y en paro de larga duración), y completar la modernización de servicios como el seguimiento estadístico.
Además de fomentar la movilidad geográfica de los trabajadores, la UE recomienda a España que establezca una estrategia exhaustiva de "envejecimiento activo" para que las personas de más edad permanezcan más tiempo trabajando. Para crear empleo es importante, según la UE, reducir el abandono escolar y potenciar los incentivos al aprendizaje permanente.