LD (Europa Press) La Comisión Europea pidió este miércoles a los Gobiernos de la UE un estímulo fiscal de 200.000 millones de euros para hacer frente a la amenaza de recesión. Esta cifra equivale al 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) comunitario. La mayor parte de este esfuerzo se concentrará a principios del año 2009, aunque algunas medidas durarán hasta 2010, según anunció el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso.
De estos 200.000 millones de euros que propone el plan de recuperación presentado este miércoles por Bruselas, 170.000 millones de euros (el 1,2% del PIB de la UE) tendrán que ponerlos los Estados miembros a través de medidas nacionales. La cifra del 1,2% del PIB es una media, ya que algunos países harán más porque su situación presupuestaria lo permite y otros harán menos.
Los otros 30.000 millones de euros (0,3% del PIB), vendrán del presupuesto comunitario, fundamentalmente a través de un adelanto de los pagos de los fondos estructurales y de cohesión, explicó Barroso.
El objetivo del plan de relanzamiento presentado por la Comisión es coordinar las medidas que están tomando los Gobiernos de la UE contra la recesión, maximizar sus efectos y evitar que las acciones de un Estado miembro tengan repercusiones negativas sobre el resto.
Objetivo: estimular la demanda
Bruselas sostiene que los países de la UE que lancen planes de estímulo fiscal se beneficiarán de dos maneras: en primer lugar, sostendrán la demanda en sus propias economías; y además estimularán la demanda en otros Estados miembros, lo que beneficiará a sus propios exportadores. "Una actuación coordinada generará efectos multiplicadores y evitará los problemas que pueden resultar de un enfoque fragmentado", señaló.
Barroso dijo que todas las medidas que han tomado los Estados miembros en los últimos días, incluida la rebaja del IVA anunciada por el primer ministro británico Gordon Brown, se ajustan al plan diseñado por el Ejecutivo comunitario. No obstante, consideró que para estimular la economía es más eficaz aumentar el gasto público que recortar los impuestos porque los contribuyentes pueden decidir no gastar el dinero que ahorran por esta vía.
Más gasto público, pero sin recortes fiscales
Al ser preguntado por la resistencia de Alemania de ir más allá del 1% del PIB en su plan de estímulo, el presidente de la Comisión se mostró convencido de que todos los Estados miembros reticentes acabarán aceptando la propuesta de Bruselas porque así lo exige la situación económica. En todo caso, resaltó que un impulso inferior al 1% no sería suficiente para reactiva la economía.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto anunciar este jueves en el Congreso las nuevas medidas que adoptará en aplicación de las directrices de Bruselas. También el presidente galo, Nicolás Sarkozy, presentará en los próximos días el plan de estímulo de Francia. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete debatirán la propuesta en la cumbre que se celebrará en Bruselas los días 11 y 12 de diciembre.
"El plan de relanzamiento es la mejor manera de dar confianza a los ciudadanos haciendo frente a los temores de una recesión profunda y prolongada", insistió Barroso. Resaltó que el plan es una "caja de herramientas" y que no todos los Estados miembros deben tomar las mismas medidas porque la situación económica es distinta en cada país. Lo importante, subrayó el presidente de la Comisión, es una actuación coordinada.
Se relaja el límite de déficit público del 3%
Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, señaló que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) "no está entre paréntesis". No obstante, reiteró que el Ejecutivo comunitario utilizará durante los próximos meses al máximo la flexibilidad que permite el PEC tal y como se reformó en 2005. Ello significa que se relajará el límite del 3% de déficit público que contempla el Pacto y no se sancionará a los Estados miembros que lo superen.
Como parte de la contribución de la UE a este estímulo, el Ejecutivo comunitario propone acelerar el pago de 6.300 millones de euros de los fondos estructurales y sociales para impulsar las inversiones en infraestructuras y en I+D y ayudar a recolocar a los parados. Para mejorar las interconexiones energéticas y la infraestructura de banda ancha, Bruselas movilizará otros 5.000 millones de euros para el periodo 2009-10.
El Fondo de Adaptación a la Globalización, dotado con 500 millones de euros, se revisará para que sus ayudas se puedan movilizar de manera rápidamente. Para crear demanda de empleo, el Ejecutivo comunitario pide a los Estados miembros que estudien reducir las cargas sociales que pagan los empresarios, especialmente para los trabajadores con salarios más bajos.
Más ayudas del Banco Europeo de Inversiones
Por su parte, el Banco Europeo de Inversiones aumentará sus intervenciones anuales en la UE en 15.000 anuales en 2009 y en una cifra similar en 2010. Una de las beneficiarias de esta ampliación de capital será la industria automovilística, a la que se destinarán 4.000 millones de euros en créditos blandos para invertir en tecnologías más limpias. Esta cantidad está muy lejos de los 40.000 millones que reclamaba la industria.
El presidente de la Comisión resaltó que la UE no aprobará un plan industrial "a la antigua" para el sector automovilístico porque ello sería "contraproducente". A su juicio, lo que ha y que hacer es ayudarle a transformarse en una industria más moderna, más ecológica y que se adapte mejor a la demanda.
4.000 millones en créditos para el sector del automóvil
El plan de Bruselas también prevé una mayor flexibilidad en los préstamos y las garantías para la industria automovilística. En todo caso, Barroso señaló que los planes que se están adoptando en otros lugares del mundo, en referencia a Estados Unidos, vulneran las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y avisó de que la UE podría denunciarlos ante este organismo.
El plan de recuperación incluye además una iniciativa para mejorar la eficiencia energética de los edificios por valor de 1.000 millones de euros y proyecto sobre "fábricas del futuro" que tendrá una financiación de 1.200 millones de euros.