L D (EFE) "Cada estado miembro deberá adoptar un programa nacional de reforma a tres años vista, tras consultar con los actores sociales, y con los cuerpos locales y nacionales, y que será presentado a su Parlamento", explicó Juncker en la rueda de prensa al final de la cumbre. En paralelo, "habrá también un plan comunitario" para promover las reformas pertinentes a escala europea. El secretario de Estado y director de la oficina económica de la presidencia del Gobierno, Miguel Sebastián, será el coordinador en España de esas reformas económicas promovidas por la Unión Europea y centradas en la investigación, el desarrollo, la innovación y el capital humano, según anunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero. El objetivo de fondo será promover "el crecimiento y el empleo" en respuesta, según Juncker, a los "intereses reales" de la ciudadanía europea.
El presidente hizo hincapié en que la nueva agenda de Lisboa busca paliar la debilidad relativa de la UE en materia de "crecimiento y el empleo" y responde por tanto al "interés de la ciudadanía", pese a que los tecnicismos habituales en la jerga económica -crecimiento, competitividad, productividad- "no les digan nada". "Los ciudadanos (...) quieren empleos; tener disponibilidad para crear un negocio; tener financiación para ello; mercados más abiertos; comunicaciones y transportes eficientes; conciliar mejor la vida familiar y laboral; asegurarse de que sus hijos tienen buena educación, buenos servicios y un medio ambiente saludable", resumió Juncker. "Estos son los intereses reales de los ciudadanos y los objetivos de la estrategia de Lisboa", subrayó.
La polémica de la directiva Bolkstein
Por otro lado, el Consejo Europeo acordó continuar la tramitación de la conflictiva directiva para la liberalización de servicios, aunque realizando las revisiones oportunas para preservar "el modelo social europeo". El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, destacó la coincidencia de los mandatarios con la posición que él mismo ha defendido desde el pasado febrero, cuando se declaró "dispuesto a considerar una revisión (de la norma), pero dentro del proceso legislativo" en curso.
Juncker aseguró que ningún país reclamó durante la reunión la retirada de la propuesta de directiva, presentada por el ex comisario de Mercado Interior Frits Bolkestein. Barroso apuntó que tal retirada habría hecho perder "el impulso necesario" para la conclusión del mercado de servicios y la atención a las preocupaciones que la iniciativa suscita. Ambos subrayaron que la posición del Consejo Europeo sobre la directiva no se debe a la inminencia del referéndum francés sobre la Constitución Europea -los primeros sondeos que auguran el "no" coinciden con la polémica sobre los proyectos de apertura de los servicios en la UE.
Asimismo, coincidieron en que la directiva Bolkestein "no marca una línea de demarcación entre nuevos y antiguos estados miembros" ya que todos están interesados en la liberalización del mercado de servicios y que, según Juncker, la "lucha contra el dumping social es una obligación para los países del este, del centro y del sur". A modo de balance, Barroso destacó que de los tres "grandes retos" económicos que la UE enfrenta este semestre -reforma del Pacto de Estabilidad, revisión de la agenda de Lisboa y negociación del marco presupuestario del periodo 2007-2013-, los dos primeros ya se han resuelto satisfactoriamente, lo que abre la vía para la resolución del tercero. En este sentido, Barroso y Juncker insistieron en que la cuestión presupuestaria no fue abordada este miércoles.
Por otro lado, el Consejo Europeo acordó continuar la tramitación de la conflictiva directiva para la liberalización de servicios, aunque realizando las revisiones oportunas para preservar "el modelo social europeo". El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, destacó la coincidencia de los mandatarios con la posición que él mismo ha defendido desde el pasado febrero, cuando se declaró "dispuesto a considerar una revisión (de la norma), pero dentro del proceso legislativo" en curso.
Juncker aseguró que ningún país reclamó durante la reunión la retirada de la propuesta de directiva, presentada por el ex comisario de Mercado Interior Frits Bolkestein. Barroso apuntó que tal retirada habría hecho perder "el impulso necesario" para la conclusión del mercado de servicios y la atención a las preocupaciones que la iniciativa suscita. Ambos subrayaron que la posición del Consejo Europeo sobre la directiva no se debe a la inminencia del referéndum francés sobre la Constitución Europea -los primeros sondeos que auguran el "no" coinciden con la polémica sobre los proyectos de apertura de los servicios en la UE.
Asimismo, coincidieron en que la directiva Bolkestein "no marca una línea de demarcación entre nuevos y antiguos estados miembros" ya que todos están interesados en la liberalización del mercado de servicios y que, según Juncker, la "lucha contra el dumping social es una obligación para los países del este, del centro y del sur". A modo de balance, Barroso destacó que de los tres "grandes retos" económicos que la UE enfrenta este semestre -reforma del Pacto de Estabilidad, revisión de la agenda de Lisboa y negociación del marco presupuestario del periodo 2007-2013-, los dos primeros ya se han resuelto satisfactoriamente, lo que abre la vía para la resolución del tercero. En este sentido, Barroso y Juncker insistieron en que la cuestión presupuestaria no fue abordada este miércoles.
Zapatero contento con la reunión
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró este miércoles optimista sobre un próximo acuerdo en el reparto de fondos de la UE tras el consenso de la reforma del Pacto de Estabilidad y subrayó que España propiciará la concesión de ayudas a la investigación e innovación tecnológica. Al término de la reunión del Consejo Europeo, Rodríguez Zapatero destacó la importancia del consenso logrado en esta cumbre para impulsar el crecimiento y el empleo sin renunciar al modelo social y anunció que, en España, el encargado de coordinar el cumplimiento de la agenda de reformas económicas de la UE será el director de la oficina económica de la Presidencia, Miguel Sebastián.
Sobre la posibilidad de contrarrestar la futura pérdida de fondos comunitarios derivada de la ampliación con ayudas para proyectos de investigación y desarrollo, recalcó que, para España, los esfuerzos de cohesión deberán centrarse en el fortalecimiento de la capacidad de investigación e innovación tecnológica del país, capítulos a los que su Gobierno dedicará en 2006 el mayor aumento presupuestario.
Sobre la posibilidad de contrarrestar la futura pérdida de fondos comunitarios derivada de la ampliación con ayudas para proyectos de investigación y desarrollo, recalcó que, para España, los esfuerzos de cohesión deberán centrarse en el fortalecimiento de la capacidad de investigación e innovación tecnológica del país, capítulos a los que su Gobierno dedicará en 2006 el mayor aumento presupuestario.