En los test publicados a principios de julio, sólo suspendieron 7 de las 91 horas examinadas: 5 grupos de cajas españolas, un banco alemán y un banco griego. Los dos bancos irlandeses que participaron -Bank of Ireland y Allied Irish Bank- aprobaron. Solo dos meses después, Dublín admitió que sus bancos necesitaban 50.000 millones de euros, lo que ha agravado la crisis de deuda y precipitado su rescate por parte de la UE y del Fondo Monetario Internacional.
"Estamos aprendiendo sobre la marcha, todos estamos de acuerdo en que debemos extraer lecciones de los test de estrés que se han hecho este año", ha explicado la portavoz de Mercado Interior, Chantal Hughes.
"Estamos trabajando ahora con el Comité Europeo de Supervisores Bancarios sobre la metodología para el año que viene. Pensamos extraer todas las lecciones de los test de este año para mejorar la metodología para los test que tendrán lugar el año que viene", ha proseguido.
La nueva ronda "será a principios del año que viene y se desarrollará durante varios meses", ha anunciado la portavoz. El plan es iniciarla en febrero y publicar los resultados antes del verano, según fuentes comunitarias. La Comisión pretende incluir un nuevo criterio, las dificultades de los bancos para obtener liquidez, pero la mayoría de reguladores nacionales se oponen. Con este criterio no habrían aprobado ninguno de los bancos irlandeses.
Los ministros de Economía de la UE acordaron a finales de septiembre realizar test de estrés a los bancos regularmente. La periodicidad que se ha acordado es anual.