LD (EFE) Entre los expertos más optimistas, destaca el servicio de Estudios del BBVA, para quien la inflación pudo ser el año pasado del 2,5 por ciento. Sin embargo, los analistas advierten de la necesidad de corregir encarecimientos aparentemente no justificados como los del grupo de los alimentos frescos, cuyo aumento de precios podría haber sido ese ejercicio de aproximadamente el 7 por ciento.
Entre las causas de ralentización de los precios, los analistas citan la apreciación del euro, que está abaratando el petróleo, y la absorción definitiva del llamado "redondeo" de los precios como consecuencia de la puesta en circulación de la divisa europea, hace ya dos años.
David Martínez, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), situó en torno al 2,7 por ciento la inflación interanual en 2003. Por su parte, Israel Muñoz, del Servicio de Estudios de Caja Madrid, recordó que los cálculos de su entidad apuntan a una tasa del 2,8 por ciento de la inflación interanual en 2003, mientras que la media del año quedaría en el 3,1 por ciento.
Angel Laborda, de FUNCAS, se refirió a que la inflación en 2003 fue posiblemente del 2,7 por ciento, que se elevaría al 2,8 por ciento si la evolución de la energía fuera "menos favorable" de lo previsto.