El Libro Blanco señala que esta situación es consecuencia de las dificultades que experimentan los usuarios a la hora de acceder a un crédito. Este informe refleja que la forma de pago más habitual entre los compradores de coches de segunda mano es el efectivo, con siete de cada diez operaciones, mientras que tres de cada diez compras se financian.
Del total de operaciones de adquisición de vehículos usados que se financian, un 52,7% se hace a través de el banco habitual, mientras que el 36,3% se tramita mediante entidades financieras especializadas, que están tomando fuerza "como alternativa" a las entidades tradicionales.
Por regiones
Por regiones, La Rioja, Aragón y Galicia fueron las comunidades autónomas en las que se produjo un mayor número de operaciones de compra de coches usados con pago al contado durante el pasado ejercicio. Así, en La Rioja el 80% de las operaciones se pagaron en metálico, en Aragón, el 77,8% de ellas, y en Galicia esta cifra alcanzó el 77,3%.
Las comunidades autónomas en las que se registró un menor índice de pago al contado en este tipo de compras fueron Cantabria, con un 61,5% del total, Extremadura, con un 60%, seguida de Canarias, con un 55,6%, y de Murcia (60%).
“Apretarse el cinturón”
Por otro lado, el estudio realizado por la patronal de los vendedores resalta que la falta de financiación por parte de las entidades financieras ha obligado a los compradores a "apretarse el cinturón" y a apostar por coches usados de mayor edad y menor precio.
Ganvam indica que el ciclo de recesión económica, entre 2007 y 2009, "condicionó claramente el presupuesto previsto por los españoles para la compra de un vehículo, hasta el punto de que los usuarios que recortaron el dinero destinado a este fin aumentaron un 45% con el objetivo de ahorrar".
De esta forma, el 83,5% de los compradores de automóviles de segunda mano se ajustaron a su presupuesto durante el pasado ejercicio, mientras que el 6% lo superó y el 6% se gastó menos de lo que tenía previsto.