LD (EFE) Éste es el cuarto día consecutivo de inyecciones de capital, ya que el lunes aportó 9.500 millones de dólares, el martes 2.000 millones y el miércoles 5.250 millones de dólares, siempre por medio de su banco regional de Nueva York, encargado de realizar este tipo de operaciones.
En la compra de este jueves, el banco central estadounidense aceptó la adquisición de deuda por valor de 5.000 millones de dólares en títulos de agencias gubernamentales con un tipo de interés máximo del 5,38 por ciento.
De esa cantidad, 1.850 millones tenían como colateral (garantía) créditos inmobiliarios, un sector que en el último mes atraviesa una fuerte crisis de falta de liquidez, debido a la gran cantidad de hipotecas de alto riesgo (subprime) que hay en los mercados y a la consiguiente pérdida de confianza por parte de los inversores.
Dado que el plazo de las operaciones es de 14 días, los bancos volverán a comprar los títulos que este jueves han sido adquiridos por el organismo cuanto haya transcurrido ese período.
Esta operación de compra de instrumentos financieros es la principal herramienta con la que cuenta la Reserva Federal para inyectar liquidez en el sistema y así contribuir a mantener los tipos de interés interbancarios cerca de su objetivo, que ahora se sitúan en el 5,25 por ciento.
En la compra de este jueves, el banco central estadounidense aceptó la adquisición de deuda por valor de 5.000 millones de dólares en títulos de agencias gubernamentales con un tipo de interés máximo del 5,38 por ciento.
De esa cantidad, 1.850 millones tenían como colateral (garantía) créditos inmobiliarios, un sector que en el último mes atraviesa una fuerte crisis de falta de liquidez, debido a la gran cantidad de hipotecas de alto riesgo (subprime) que hay en los mercados y a la consiguiente pérdida de confianza por parte de los inversores.
Dado que el plazo de las operaciones es de 14 días, los bancos volverán a comprar los títulos que este jueves han sido adquiridos por el organismo cuanto haya transcurrido ese período.
Esta operación de compra de instrumentos financieros es la principal herramienta con la que cuenta la Reserva Federal para inyectar liquidez en el sistema y así contribuir a mantener los tipos de interés interbancarios cerca de su objetivo, que ahora se sitúan en el 5,25 por ciento.