(Libertad Digital) Adquirir los activos tóxicos de la banca comercial de EEUU pasa factura a la Reserva Federal (FED) que preside Ben Bernanke. Tras el colapso del banco de inversión Bear Stearns y la aseguradora de bonos AIG el pasado año, la FED salió al rescate de ambas mediante la concesión de créditos extraordinarios a cambio de determinados activos, sobre todo, hipotecarios y comerciales. Como resultado, la FED acumuló más de 74.000 millones de dólares en hipotecas subprime el pasado diciembre.
Unas medidas no exentas de riesgo, a la vista de los resultados. Y es que, con estas dos operaciones, la FED registró unas pérdidas de 9.600 millones de dólares a finales de 2008 debido a la depreciación de activos que aceptó como colateral, y que estaban respaldados con hipotecas en Florida y California. Estos 9.600 millones de dólares proceden de la diferencia entre el valor razonable (de mercado) que presentan las garantías (hipotecas) aportadas por estas entidades para acceder a los créditos extraordinarios de la FED y los saldos pendientes de pago (morosidad), informa Bloomberg.
Asimismo, el ratio de cobertura del Fondo Federal de Garantía de Depósitos (FDIC) sigue en caída libre debido al número creciente de quiebras bancarias que, según los últimos datos oficiales, se elevan a 25. En concreto, su ratio de cobertura de depósitos desciende hasta el 0,4% en el último trimestre de 2008 frente al 1,22% que presentaba en el mismo trimestres de 2007. Se trata del ratio de cobertura más bajo desde mediados de 1993 (0,28%). El FDIC es el organismo encargado de garantizar los depósitos de los ahorradores de EEUU en caso de quiebra bancaria.
Tal descenso evidencia que, en caso de que caigan más entidades, el FDIC carecerá de recursos suficientes para garantizar los depósitos, tal y como advirtió la propia presidenta de dicho organismo. Por ello, el Gobierno también tendrá que inyectar recursos públicos en el FDIC en caso de nuevas quiebras. Y es que, según los propios datos del Fondo, el número de entidades financieras en problemas asciende a 250, mientras que otros informes sitúan esta cifra en cerca de 500.