Trichet, ha hecho esta consideración durante su intervención en la Convención Anual Financiera organizada por la Asociación de Mercados Financieros. Por otro lado, habló muy bien del sector financiero español y lo calificó de "fuente de fuerza y orgullo nacional".
Además Trichet advirtió de que en España existe la necesidad de que se moderen los salarios para que la economía gane competitividad, al tiempo que deben darse incentivos para desarrollar el conocimiento. En este sentido, abogó también por una mejora en el sector de los servicios y de los contratos laborales.
Con esta reforma, Trichet aseguró que la economía sería más productiva y ello ayudaría a reducir la dependencia de España en la financiación externa.
No obstante, Trichet insistió en que es "prematuro" decir que la crisis ha acabado y advirtió de que en los próximos años la deuda pública será mayor que en el pasado, por lo que será importante hacer un esfuerzo en la consolidación fiscal.
En el caso de España, donde, dijo, la consolidación fiscal había progresado más que en otros países, tendrá que asegurarse de mantener su credibilidad fiscal respetando los requisitos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, que limita al 3% del PIB el déficit público.
El presidente del BCE también tuvo palabras optimistas para el sector financiero español, que, dijo, ha sido "líder" en muchos casos, además de ser "más resistente" que otros en las primeras etapas de las crisis. Para Trichet, las entidades españolas crearon antes de la crisis "una buena serie de almohadones" que ha sido una ayuda durante la recesión.
Sin embargo, aseguró que serán necesarios ajustes, y señaló que seguirá subiendo la tasa de morosidad así como estrechándose los márgenes, por lo que abogó por reducir de forma más estricta los costes, lo que podría producirse con la reestructuración del sector.
Así, recordó que España ha sido testigo de muchos procesos de reestructuración del sistema financiero en el pasado que han dado como resultado un modelo "de gran éxito".
Retirar las medidas anticrisis y acometer reformas
Trichet indicó también que el apoyo "excepcional" que han otorgado los Gobiernos a las entidades financieras durante la crisis "habrá que irlo retirando", y aseguró que la "receta" para volver a la estabilidad es "una gestión solida".
Para el presidente del banco emisor europeo, España debe acometer las reformas estructurales pensando "en su pasado coherente y de éxito constante" desde que entró en la Unión Europea, y añadió que para ello puede basarse en una mano de obra joven y cualificada y en sus instituciones sólidas.
Añadió que la economía española "hoy por hoy" se acerca al "más alto nivel económico y social del mundo entero", si bien advirtió de que antes de que comenzase la crisis el patrón de crecimiento no era sostenible.
En cuanto a la labor del Banco Central Europeo, Trichet aseguró que el organismo seguirá trabajando para evitar las tensiones inflacionistas y mantener los precios "por debajo, pero cerca" del 2%.
Respecto a los tipos de interés, actualmente en el 1%, volvió a considerar que para el organismo están en el nivel "adecuado".
Fusiones de cajas y reforma del mercado laboral
Además, Trichet coincidió con el Banco de España en que una reforma del mercado laboral ayudaría "considerablemente" a la mejora de la economía española, al igual que lo haría la reordenación del sector financiero, en el que también cree necesario que 15 cajas de ahorros se fusionen.
Para el presidente del BCE, "todas las economías del mundo" tienen que cambiar su modelo productivo para saber adaptarse a las nuevas posibilidades de futuro y sacar provecho de los cambios importantes de la ciencia o la tecnología.
A la espera de que el Ejecutivo apruebe el viernes la Ley de Economía Sostenible, Trichet consideró que España está "en la misma situación que otros países", aunque matizó que quizá "con el desafío particular del sector de la construcción", cuyo peso sobre la economía y el empleo deberá pasar a otros sectores.
Es aquí donde la reforma laboral ayudaría "considerablemente", tal y como ha señalado el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en repetidas ocasiones.