L D (EFE) En su habitual comparecencia cuatrimestral en la Comisión de Economía y Hacienda en el Congreso, Rodríguez Ponga precisó que el año pasado se superó la previsión presupuestaria de ingresos para ese ejercicio y valoró que en "una época de moderación del crecimiento económico" como la actual se haya superado, no sólo la recaudación presupuestada sino también lo ingresado el año anterior.
Estas buenas cifras se deben, en gran parte, a la aplicación del nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas que ha elevado el porcentaje de participación de las autonomías en los grandes tributos del Estado. Descontado el efecto de este nuevo sistema de financiación autonómica, Hacienda también aumentó la recaudación líquida por IRPF un 7,2 por ciento . Esta evolución se justifica por el incremento del 8,5 por ciento de los ingresos por retenciones de trabajo gracias a la evolución del mercado de trabajo y el incremento de afiliados a la Seguridad Social, así como por el aumento de los ingresos del 8,6 por ciento de las retenciones por arrendamientos de inmuebles, hasta los 984,2 millones de euros.
Como factores negativos, Rodríguez Ponga se refirió a las retenciones por fondos de inversión y por rendimientos del capital que disminuyeron respectivamente el 19,8 y el 15,1 por ciento, como consecuencia de "la evolución negativa" de los mercados bursátiles y de la rebaja de los intereses bancarios. Por el contrario, la recaudación líquida del Impuesto sobre Sociedades (IS) , ascendió a 21.437,1 millones de euros, lo que supone un 24,5 por ciento más frente al crecimiento del 0,1 por ciento registrado en el 2001. Rodríguez Ponga justificó esa evolución en gran medida gracias a las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno en favor de las empresas.
La recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) aumentó 6,5 por ciento respecto con el ejercicio anterior y la de los Impuestos Especiales un 4,6 por ciento, mientras que lo recaudado a través del Impuesto sobre Hidrocarburos se incrementó un 2,8 por ciento, afectado por la desaceleración registrada en el consumo de productos energéticos en línea con el aumento de precios en el 2002.
Estas buenas cifras se deben, en gran parte, a la aplicación del nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas que ha elevado el porcentaje de participación de las autonomías en los grandes tributos del Estado. Descontado el efecto de este nuevo sistema de financiación autonómica, Hacienda también aumentó la recaudación líquida por IRPF un 7,2 por ciento . Esta evolución se justifica por el incremento del 8,5 por ciento de los ingresos por retenciones de trabajo gracias a la evolución del mercado de trabajo y el incremento de afiliados a la Seguridad Social, así como por el aumento de los ingresos del 8,6 por ciento de las retenciones por arrendamientos de inmuebles, hasta los 984,2 millones de euros.
Como factores negativos, Rodríguez Ponga se refirió a las retenciones por fondos de inversión y por rendimientos del capital que disminuyeron respectivamente el 19,8 y el 15,1 por ciento, como consecuencia de "la evolución negativa" de los mercados bursátiles y de la rebaja de los intereses bancarios. Por el contrario, la recaudación líquida del Impuesto sobre Sociedades (IS) , ascendió a 21.437,1 millones de euros, lo que supone un 24,5 por ciento más frente al crecimiento del 0,1 por ciento registrado en el 2001. Rodríguez Ponga justificó esa evolución en gran medida gracias a las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno en favor de las empresas.
La recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) aumentó 6,5 por ciento respecto con el ejercicio anterior y la de los Impuestos Especiales un 4,6 por ciento, mientras que lo recaudado a través del Impuesto sobre Hidrocarburos se incrementó un 2,8 por ciento, afectado por la desaceleración registrada en el consumo de productos energéticos en línea con el aumento de precios en el 2002.