(Libertad Digital) Apenas doce horas antes del esperado debate electoral entre el candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el popular, Mariano Rajoy, el ministro de Economía, Pedro Solbes, anunció que el Gobierno pagará a las familias con problemas financieros el coste que conlleve la ampliación de sus hipotecas, con el objetivo de reducir sus cuotas mensuales.
Sin embargo, la gran promesa del Gobierno para mitigar el impacto de la crisis económica amenaza con quedarse prácticamente en nada. Así, eliminar el coste de aumentar el plazo, pero no permitir reducir otras condiciones de la hipoteca, beneficiaría a menos del 0,5 por ciento de los compradores de vivienda”, según explica la Agencia Negociadora de Productos Bancarios.
Y es que, “aumentar el plazo sólo consigue incrementar la deuda si no se logra
disminuir el tipo” de interés que incorpora el crédito. Por ello, la eficacia de esta medida depende, en realidad, de que el acreedor “facilite la novación de la hipoteca” (es decir, renegociar las condiciones) o el cambio de entidad crediticia (subrogar el préstamo con otra compañía).
Así, “eliminar el coste de ampliar el plazo hipotecario no beneficia a casi ningún comprador de vivienda si no se reducen y/o eliminan también otros costes derivados de la suscripción de hipotecas”, indica dicha agencia.
“Una prolongación nominal en el plazo de amortización de una hipoteca, si no se acompaña de una reducción del tipo de interés que se paga por ella, no supone, en la práctica, ningún ahorro, más bien al contrario, representa un aumento de hasta un 20 por ciento en la cantidad final a devolver al banco”, advierte.
Aumenta el retraso en los pagos
El Gobierno “no ha aclarado si está dispuesto a sufragar ese coste”, según estos expertos. Y menos aún, “cuál sería su impacto en las cuentas públicas”. La agencia afirma que “el ahorro real, y más para las familias en apuros, proviene de su capacidad para suscribir una hipoteca en mejores condiciones (no sólo en plazo, sino, sobre todo, en tipo y en costes derivados) con la que, reunificando o no otros pagos, pueda reducir drásticamente sus obligaciones financieras mensuales”.
Dicha entidad aclara que, “no en vano, y según la II Oleada de 2007 del estudio sobre Mercado Hipotecario realizado por la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, el 14 por ciento de los encuestados afirmó que en el último año se había visto obligado a retrasar al menos una vez el pago de la cuota de su hipoteca, por efecto directo de la subida de tipos de interés”.
De este modo, estos expertos consideran que “la verdadera solución a la presión de las hipotecas sobre las economías familiares reside en facilitar el cambio de condiciones, o de hipoteca, tanto en lo referente a importe suscrito, como al tipo pactado, que mejora en un 100 por cien de los casos cuando se renegocia”, más allá de la ampliación de los plazos, que es, justamente, sobre lo que pretende incidir ahora el Gobierno.
Es más, la agencia indica que aumentar, simplemente, el plazo de pago es “una medida que parece pensada para engrosar las cuentas de resultados de los bancos, más que para aliviar situaciones críticas”
.
Por ello, la Agencia Negociadora de Productos Bancarios aguarda “con expectación el reflejo concreto de estas medidas en el tráfico mercantil hipotecario, y espera que no sea, una vez más, un brindis al sol”.