Isofotón no es cualquier empresa. Es la primera empresa andaluza de producción de paneles solares, uno de los puntales de lo que Zapatero llama el "desarrollo sostenible". Este "nuevo modelo" que, según Zapatero, empieza en Andalucía, y así lo anunció en la pasada campaña electoral. Pero la verdad es que Isofotón está muy próxima a despedir a la tercera parte de su plantilla, por estar atravesado una crisis fuerte con ventas reducidas e importantes deudas.
La empresa que El País llama "buque insignia" de la innovación andaluza, ya ha planteado un Expediente de Regulación de Empleo temporal de 90 días para casi la totalidad de la plantilla y despidió a 22 trabajadores con contrato fijo. Dado que la situación no ha mejorado, el despido masivo está a punto de suceder.
Según El País, los sindicatos afirman que la empresa pretende plantear otro ERE temporal que afectaría "a toda la plantilla hasta el final de año". Aún más, según los trabajadores, Isofotón pretende despedir definitivamente a 250 trabajadores antes del 31 de diciembre.
La empresa, propiedad del Grupo Bergé, contaba hace un año con 1.100 empleados, entre la factoría principal de Málaga y la sede central de Madrid. Tanto los sindicatos como la empresa reclaman a la Junta de Andalucía, antiguo accionista mayoritario, que vuelva a hacerse con un paquete de control.
El Gobierno autónomo no parece, de momento, dispuesto a entrar en el accionariado, pero está trabajando para encontrar inversores. El principal obstáculo son los 240 millones de deuda que acarrea la compañía.
Además, las ventas no acompañan: las previsiones de la empresa de colocar en el mercado entre seis y ocho megavatios de paneles solares al mes se han visto reducidas a apenas un megavatio mensual durante 2009, según fuentes sindicales. En los almacenes de Isofotón se acumula un stock al que parece imposible dar salida.
La tecnología de los paneles solares sigue siendo un pilar básico de las energías renovables, pero Isofotón no es la única empresa del sector que atraviesa turbulencias y espera salir reforzada de la recesión. Sin embargo, los sindicatos achacan en parte la mala situación a la "pésima organización" de la empresa.
Los sindicatos consideran que la entrada de la Junta en el accionariado "supondría una mayor facilidad para refinanciar la deuda" . "Hacemos placas solares con una garantía de 25 años; si un cliente va a hacer una inversión millonaria en un parque solar espera que la empresa que le suministre las placas no vaya a cerrar en el corto plazo. Queremos que se asegure la empresa para dar seguridad a los clientes", afirma Daniel Martínez , miembro del comité de empresa por CCOO.