L D (Europa Press) España intentará no sólo mantener esta oportunidad brindada por la Presidencia, si no además ampliar al máximo el periodo transitorio, para lo cual tendrá que enfrentarse a la oposición de algunos de los socios del Este, que quieren atraer para sí el Fondo por ser objetivamente más pobres, pero también de los contribuyentes netos que creen que no hay razones para mantener estas ayudas para un país en las condiciones de España. Dado que los principales problemas para el acuerdo siguen siendo "líneas rojas" para cada una de las capitales, es difícil que los ministros de Exteriores logren avances sustanciales en la negociación.
La principal diferencia respecto a otras citas de los ministros de Exteriores y Economía en los últimos meses, es la actitud que ha tomado Reino Unido a finales de semana respecto a su 'cheque', el reembolso que percibe de las arcas comunitarias desde 1084. Sin ceder más de lo necesario, el primer ministro británico, Tony Blair, se ha mostrado dispuesto a negociar su retribución, siempre que se modifique el sistema de financiación de la UE.
La propuesta de la Presidencia prevé que el cheque se congele en la media del periodo 1997-2003 y a partir del año siguiente, comience a reducirse, de modo que Reino Unido siga recibiendo una compensación que comenzaría en 4.500 millones de euros y se iría recortando cada año. El documento también recoge la compensación para Alemania, Suecia y Holanda por ser los mayores contribuyentes netos. Por otra parte, el otro gran tema es el techo de pagos, es decir, a cuánto ascenderá en total el presupuesto de la UE, que la Presidencia sitúa en el 1,06%, frente al 1,14% de la propuesta de la Comisión Europea y el 1% que defienden el grupo de los seis (Francia, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Austria).
Como consecuencia de ese recorte aceptado por Luxemburgo, se deriva menos dinero para la política de cohesión, de la que España es hasta ahora la principal beneficiaria. El techo propuesto es del 0,37% de la RNB de la UE, es decir, 305.000 millones de euros, lo que supone un 10% menos respecto de las aspiraciones de la Comisión y del Parlamento, que buscan llegar al 0,41% (336.000 millones). La única ligera mejora en este capítulo de política regional se refiere a las regiones de efecto estadístico, Murcia, Asturias y Ceuta y Melilla. La presidencia aboga por que en 2007 los fondos sean del 80% de lo que cobraban en 2006, y a partir de ahí experimentarán una reducción lineal, para acabar recibiendo en 2013 las mismas ayudas que reciben la media de regiones de España Objetivo 2, y no la media de la UE como hasta ahora. Esto es más beneficioso porque tres regiones españolas objetivo 2, Comunidad Valenciana, Castilla León y Canarias, recibirán más fondos que el resto como transición por salir del Objetivo 1 de forma natural. Asimismo, se prevén una ayuda de 20 euros por habitante para Canarias por ser una región ultraperiférica, lo cual recorta a la mitad las ayudas que había previsto el Ejecutivo comunitario para el archipiélago.
Los recortes afectan a todas las partidas, pero especialmente a la de I+D, redes transeuropeas, formación, competitividad y política social, una de las principales apuestas de la Comisión y que disminuye un 44%, de 132.700 millones de euros a 74.000 millones. El dinero para las relaciones exteriores cae también un 46%, de 95.400 millones de euros a 51.010 millones, mientras que los fondos para las políticas europeas de justicia e interior disminuyen un 10%, pasando de 8.350 millones de euros en la propuesta del Ejecutivo comunitario a 7.470 en las cifras de la presidencia de la UE. Por lo que se refiere a cultura, sanidad y protección de consumidores, la partida baja de 10.153 millones de euros a 4.490, un recorte del 44%. En cuanto a la agricultura, el montante global se situaría sobre los 380.000 millones de euros, ya que hay que sumar al acuerdo agrícola de octubre de 2002 para las medidas de mercado y ayudas directas (301 millones), 2.000 millones para Rumanía y Bulgaria, entre 73.000 y 75.000 millones para desarrollo rural y 4.300 millones para la pesca. Con todo, de aceptarse estas cuantías, los fondos agrícolas serían 6% menos que lo previsto por la CE.