LD (EFE) El eventual anuncio de un recorte de la oferta de crudo se perfilaba este jueves por la mañana como probable resultado de la 133 conferencia ministerial de la OPEP, convocada para este viernes en la capital egipcia. Sin embargo, a última hora de la tarde se conocía que, de momento, la OPEP sólo reducirá su producción de crudo hasta situarla en la cuota oficial, 27 millones de barriles diarios.
La medida, adelantada a la prensa en El Cairo por el ministro Kuwaití de petróleo, el jeque Ahmad Fahad Al Ahmad Al Sabah, implica una reducción de la oferta real de la OPEP en un volumen de 1,7 millones de barriles diarios, que es el exceso calculado del crudo.
Los ministros de Energía y Petróleo de los países miembros de la organización han mostrado mucha cautela en sus declaraciones a la prensa, ante la incertidumbre sobre la evolución de los precios en los próximos meses, que depende en gran medida de factores inciertos como el clima invernal en el norte del planeta.
Los productores habían abierto sus espitas al máximo de su capacidad con el fin de frenar el fuerte encarecimiento del crudo y ahora temen que los precios sufran una caída que escape a su control debido a un exceso de la oferta. Hay que recordar que este año el mercado se ha caracterizado por el encadenamiento de precios récords hasta finales de octubre, en una inusitada carrera alcista impulsada por el mayor crecimiento de la demanda en el mundo desde hace 26 años, especialmente en EEUU, China y otros países asiáticos.
Aunque actualmente las cotizaciones se mantienen a un nivel alto, no previsto prácticamente por nadie hace tan sólo un año, el pronunciado abaratamiento del crudo en las últimas semanas ha vuelto a despertar el fantasma del desplome de los precios. El origen de ese temor está en las experiencias pasadas de que la dinámica propia del mercado tiende a repetir los mismos ciclos: cuando el petróleo se encarece demasiado llega un momento en que se convierte en el principal freno del consumo, y el descenso de la demanda provoca a su vez una caída de los precios.
Aunque actualmente las cotizaciones se mantienen a un nivel alto, no previsto prácticamente por nadie hace tan sólo un año, el pronunciado abaratamiento del crudo en las últimas semanas ha vuelto a despertar el fantasma del desplome de los precios. El origen de ese temor está en las experiencias pasadas de que la dinámica propia del mercado tiende a repetir los mismos ciclos: cuando el petróleo se encarece demasiado llega un momento en que se convierte en el principal freno del consumo, y el descenso de la demanda provoca a su vez una caída de los precios.