LD (EFE) Con esto el metal precioso está cada vez más cerca de su récord histórico de 870 dólares, alcanzado en enero de 1980, cuando EEUU sufría una elevada inflación a raíz de la crisis petrolera.
El alza del oro se debió al temor por las tensiones con Irán y la apuesta de muchos inversores por un metal que se considera una "póliza de seguros" contra la mayor inflación y las turbulencias geopolíticas.
El Gobierno de los Estados Unidos reaccionó con escepticismo a una carta enviada por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que según la Casa Blanca, "no resuelve la preocupación internacional sobre la seguridad" que suscita el programa nuclear iraní.
Teherán afirma que en la carta se proponen nuevas vías para resolver la disputa, pero EEUU asegura que no contiene nada concreto y se trata sólo de un intento de desviar el debate cuando el Consejo de Seguridad de la ONU examina qué medidas tomar acerca de ese programa atómico.
El alza del oro tiene que ver también con las previsiones de que China pueda ampliar sus ventas del metal precioso, después de que economistas de este país propusieran cuadruplicar sus reservas de oro hasta las 2.500 toneladas desde las 600 toneladas actuales. Desde diciembre del 2002 que les reservas de oro chinas se mantienen estables y los analistas creen que si a comprar más posiciones del metal el precio puede seguir al alza.
Otro factor que empuja al oro es la bajada del dólar, lo que implica un menor interés por los bonos estadounidenses, otra de las inversiones consideradas más seguras en tiempos turbulentos. Un último elemento que influye en la subida del oro es el alza del crudo, pues se cree que esto a la larga pueda traer consigo fuertes presiones inflacionarias y que ante este escenario lo más seguro es invertir en oro, que suele mantener su valor pese a los vaivenes de los mercados.
El oro ha subido el 27 por ciento desde el 9 de enero pasado, cuando Irán anunció que reanudaría sus investigaciones nucleares. En los últimos 12 meses el metal se apreciado el 57 por ciento y el 147 por ciento en los pasados cinco años, lo que ha llevado a muchos inversores a disminuir sus posiciones en acciones y ponerlas en el metal. En medio de este panorama, los expertos no excluyen que el oro siga por las nubes hasta alcanzar los niveles de hace 26 años, y algunos creen incluso que se acercará a los 1.000 dólares por onza. Junto con el alza del oro, otro metales preciosos como la plata y el platino han registrados también grandes subidas en los últimos días.
El alza del oro se debió al temor por las tensiones con Irán y la apuesta de muchos inversores por un metal que se considera una "póliza de seguros" contra la mayor inflación y las turbulencias geopolíticas.
El Gobierno de los Estados Unidos reaccionó con escepticismo a una carta enviada por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que según la Casa Blanca, "no resuelve la preocupación internacional sobre la seguridad" que suscita el programa nuclear iraní.
Teherán afirma que en la carta se proponen nuevas vías para resolver la disputa, pero EEUU asegura que no contiene nada concreto y se trata sólo de un intento de desviar el debate cuando el Consejo de Seguridad de la ONU examina qué medidas tomar acerca de ese programa atómico.
El alza del oro tiene que ver también con las previsiones de que China pueda ampliar sus ventas del metal precioso, después de que economistas de este país propusieran cuadruplicar sus reservas de oro hasta las 2.500 toneladas desde las 600 toneladas actuales. Desde diciembre del 2002 que les reservas de oro chinas se mantienen estables y los analistas creen que si a comprar más posiciones del metal el precio puede seguir al alza.
Otro factor que empuja al oro es la bajada del dólar, lo que implica un menor interés por los bonos estadounidenses, otra de las inversiones consideradas más seguras en tiempos turbulentos. Un último elemento que influye en la subida del oro es el alza del crudo, pues se cree que esto a la larga pueda traer consigo fuertes presiones inflacionarias y que ante este escenario lo más seguro es invertir en oro, que suele mantener su valor pese a los vaivenes de los mercados.
El oro ha subido el 27 por ciento desde el 9 de enero pasado, cuando Irán anunció que reanudaría sus investigaciones nucleares. En los últimos 12 meses el metal se apreciado el 57 por ciento y el 147 por ciento en los pasados cinco años, lo que ha llevado a muchos inversores a disminuir sus posiciones en acciones y ponerlas en el metal. En medio de este panorama, los expertos no excluyen que el oro siga por las nubes hasta alcanzar los niveles de hace 26 años, y algunos creen incluso que se acercará a los 1.000 dólares por onza. Junto con el alza del oro, otro metales preciosos como la plata y el platino han registrados también grandes subidas en los últimos días.