LD (EFE) El asunto más polémico de este encuentro, que concluirá el próximo domingo, es la exigencia por parte de los países en desarrollo de que Estados Unidos y la Unión Europea supriman los subsidios agrícolas y reduzcan considerablemente los aranceles. Las negociaciones tendrán como telón de fondo las críticas de las organizaciones no gubernamentales, que interrumpieron los discursos oficiales de inauguración con gritos y pancartas en las que acusaban a la OMC de ser "obsoleta y no democrática".
El encargado de iniciar la conferencia fue el anfitrión y presidente mexicano, Vicente Fox, quien pidió a los participantes que en los próximos días traten de romper el "círculo vicioso" que existe en el comercio mundial, por el cual los países más industrializados conceden ayudas a los menos favorecidos pero les impiden el acceso a mercados esenciales para ellos como el agrícola.
El vicepresidente primero del Gobierno español, Rodrigo Rato , ha dicho en Cancún que "España es una de las economías más abiertas del mundo" y ha defendido la coexistencia en la UE de una política cada vez más abierta "asociada a las ayudas que permiten un mejor equilibrio regional". Aunque ha reconocido que en la reunión "no habrá acuerdos definitivos" afirma que "sí se marcarán tendencias importantes" que servirán para que aumenten los flujos comerciales entre los países más ricos y los menos desarrollados.
El secretario general de las Naciones Unidas, Koffi Annan, no asistirá a la cumbre, pero en una declaración grabada ha exhortado a los miembros de la OMC a eliminar los aranceles y subsidios para contribuir a la erradicación de la pobreza en el mundo. Tampoco acudirán a la reunión los titulares del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koheler, y del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn.
Los países más ricos gastan cada año 330.000 millones de dólares en subsidiar su producción alimentaria, seis veces más que lo que destinan a la asistencia a las naciones en desarrollo. La liberalización del sector agrícola es una asignatura pendiente desde la creación de la OMC, en 1995, debido a las discrepancias entre los países en desarrollo, Estados Unidos, la Unión Europea, y las potencias exportadoras, como Australia, Brasil, Canadá y Argentina.
El encargado de iniciar la conferencia fue el anfitrión y presidente mexicano, Vicente Fox, quien pidió a los participantes que en los próximos días traten de romper el "círculo vicioso" que existe en el comercio mundial, por el cual los países más industrializados conceden ayudas a los menos favorecidos pero les impiden el acceso a mercados esenciales para ellos como el agrícola.
El vicepresidente primero del Gobierno español, Rodrigo Rato , ha dicho en Cancún que "España es una de las economías más abiertas del mundo" y ha defendido la coexistencia en la UE de una política cada vez más abierta "asociada a las ayudas que permiten un mejor equilibrio regional". Aunque ha reconocido que en la reunión "no habrá acuerdos definitivos" afirma que "sí se marcarán tendencias importantes" que servirán para que aumenten los flujos comerciales entre los países más ricos y los menos desarrollados.
El secretario general de las Naciones Unidas, Koffi Annan, no asistirá a la cumbre, pero en una declaración grabada ha exhortado a los miembros de la OMC a eliminar los aranceles y subsidios para contribuir a la erradicación de la pobreza en el mundo. Tampoco acudirán a la reunión los titulares del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koheler, y del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn.
Los países más ricos gastan cada año 330.000 millones de dólares en subsidiar su producción alimentaria, seis veces más que lo que destinan a la asistencia a las naciones en desarrollo. La liberalización del sector agrícola es una asignatura pendiente desde la creación de la OMC, en 1995, debido a las discrepancias entre los países en desarrollo, Estados Unidos, la Unión Europea, y las potencias exportadoras, como Australia, Brasil, Canadá y Argentina.