L D (EFE) Según ha informado el Instituto Nacional de Estadística (INE), el descenso del IPC en julio se debió, principalmente, al descenso del 10,7 por ciento registrado por los precios del grupo de vestido y calzado a causa de las rebajas. Por el contrario, los grupos más inflacionistas fueron transporte, con un encarecimiento del 1,7 por ciento, y ocio y cultura con un alza del 1,2 por ciento.
Los descensos que más incidieron en el IPC de julio fueron los de las prendas de vestir (11,2 por ciento) y calzado (9,8 por ciento). Por otra parte, las subidas con más peso en el IPC del mes pasado fueron las de carburantes y lubricantes (4,6 por ciento), viajes organizados (7,9), hoteles y otros alojamientos (10,8), otros combustibles (9,3).
Tras conocer estos datos, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, ha dicho que el IPC de julio confirma que la principal "fuente inflacionista" es el encarecimiento del petróleo y que el mantenimiento de la inflación subyacente en tasas moderadas indica que no existen "grandes presiones" estructurales. Vegara auguró que los riesgos inflacionistas futuros también provienen de la evolución del crudo, por lo que consideró "difícil" que el IPC del año "se aleje" del tres por ciento.
Desde julio del pasado año, los carburantes y combustibles acumulan una subida del 15 por ciento y los productos energéticos del 11,4 por ciento. Partidos políticos, sindicatos y organizaciones coincidieron en alertar del peligro que para la competitividad de la economía española tiene el continuo aumento del diferencial de precios con Europa y del consiguiente aumento del déficit exterior.
El secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias, responsabilizó al Gobierno de que España tenga la inflación más alta de Europa, señaló que no puede "escudarse" en la subida del petróleo, porque "el crudo sube para todos", y consideró que las previsiones macroeconómicas "son de Alicia en el País de las Maravillas".