L D (Agencias) La tasa de inflación subyacente, que excluye del índice general los precios de los alimentos frescos y de la energía, se redujo en enero pasado el uno por ciento y su tasa interanual se mantuvo en el 2,9 por ciento. La diferencia entre el índice general y la inflación subyacente se situó en enero en 1,3 puntos, la cifra más elevada desde 1986, año en que comenzó a publicarse este último indicador.
Este aumento del diferencial entre los datos general y subyacente de la inflación se debe principalmente al aumento de los precios de la energía. En enero, los grupos más inflacionistas fueron vivienda, con un alza del 2,2 por ciento debido al encarecimiento de la electricidad y el gas, y el transporte, que subió el 1,5 por ciento afectado por los carburantes y lubricantes.El grupo de otros bienes y servicios subió el 1,5 por ciento por la evolución de los precios de los seguros, que tradicionalmente se encarecen en enero. Otras subidas fueron las de alimentos y bebidas no alcohólicas (0,9%); Hoteles, cafés y restaurantes (0,6%); medicina y comunicaciones (0,3%) y enseñanza (0,2%). Las rebajas de enero propiciaron que el grupo con una mayor bajada de precios fuese el de vestido y calzado, con un descenso del 11,7 por ciento y con una repercusión de más de un punto en el índice general.
El grupo de bebidas alcohólicas y tabaco bajó el 2,2 por ciento, debido a los cambios que en enero registró el mercado del tabaco con la impositiva del Gobierno contrarrestada por las grandes compañías con fuertes descensos del precio al público. También se abarató ocio y cultura (1,6 por ciento) por la disminución de las tarifas de los paquetes turísticos, así como el menaje (0,4%). La evolución al alza de los precios de algunos productos evitó que el descenso del IPC en enero fuese mayor.
Así, el gas se encareció el 7,2 por ciento; la electricidad el 4,4 por ciento; los seguros el 2,7 por ciento; carburantes y lubricantes el 2,5 por ciento y el transporte por carretera el 2,1 por ciento. Del lado de los alimentos destacó el alza de la carne de ave (6,3 por ciento), el pescado (2,1 por ciento) y el pan (1,5 por ciento). Por contra, la bajada de los precios en determinados productos contribuyó al descenso del IPC de enero, y así ocurrió con las prendas de vestir, con un abaratamiento del 12,9 por ciento; los viajes organizados (9,3 por ciento); el calzado el (7,9 por ciento) y las carnes, que subieron casi el seis por ciento.
Respecto a los últimos doce meses, destacan los encarecimientos de los carburantes y combustibles, que acumulan un alza del 18,7 por ciento; los productos energéticos con el 14,8 por ciento; y los productos frescos y energéticos, con el 10,1 por ciento. Por grupos, desde enero del pasado año el transporte ha subido el 7,9 por ciento, afectado por carburantes y lubricantes, y la vivienda, el 7,8 por ciento, debido al encarecimiento del gas, la electricidad y el gasóleo. Subió también la hostelería, el 4,5 por ciento; y los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron el 4,4 por ciento, sobre todo por la mala campaña del aceite del año pasado, que lo ha encarecido el 31 por ciento en los últimos doce meses.
El único grupo con un descenso interanual de los precios, del 1,5 por ciento, fue el de las comunicaciones. El INE también publicó el Indice de Precios de Consumo Armonizado, que descendió cinco décimas en enero y situó su tasa interanual en el 4,2 por ciento. En enero los precios bajaron en todas las comunidades autónomas, encabezadas por La Rioja (1%), seguida de Asturias y Navarra (0,8%); Galicia y Murcia (O,7%); Andalucía, Aragón y Extremadura (0,6%); Cantabria y Castilla y León (0,5%); Castilla-La Mancha, Cataluña y País Vasco (0,3%) y Canarias, Comunidad Valenciana y Madrid (0,2%). En Baleares los precios se mantuvieron estables en enero, mientras que en las ciudades de Ceuta y Melilla bajaron el 1,1 por ciento.