LD (EFE) En las cuestiones previas de este caso, celebradas este lunes en el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional, la Fiscalía Anticorrupción rebatió los argumentos de las defensas para sobreseer el caso por ausencia de perjudicados y de perjuicio para el BBVA después de que la entidad prefiriera no reclamar ninguna responsabilidad civil. Los 37.427 millones de pesetas (unos 225 millones de euros) de las cuentas secretas se incluyeron como "beneficios extraordinarios" en la contabilidad en el ejercicio del 2000 después de que el ex copresidente del BBVA, Emilio Ybarra, revelase su existencia en diferentes sociedades de Liechtenstein y la Isla de Jersey al Banco de España.
Además, según argumentaron este lunes las defensas, el BBVA pagó más de 13.000 millones de pesetas (78,13 millones de euros) en concepto de impuesto de sucesiones para regularizar su situación fiscal. Sin embargo, según el fiscal Juan Pavía, con esta operación se "dificultó" la labor de control del Banco de España y no se dio la información "en el momento oportuno" a los "clientes, cuentacorrientistas y depositantes" de la entidad, que deberían tener la posibilidad de "opinar" sobre los modos de manejar el dinero del banco.
En concreto, el fiscal puso como ejemplo que no se sometió "a la censura" de los clientes y accionistas inversiones "algo fuera del objeto social" del BBVA, como los 1,5 millones de euros aportados a la campaña electoral de Venezuela que acabó con la victoria del actual presidente Hugo Chávez. Además, de los 225 millones de euros de esas cuentas, otros 100 millones de dólares se utilizaron para cubrir "pérdidas de tesorería" del banco y otros 19,34 millones de dólares para constituir fondos de pensiones para antiguos ejecutivos del BBV en American Life Company (Alico), en un intento por equilibrar las remuneraciones de directivos tras la fusión del BBV con Argentaria.
Mientras las defensas destacaron que Ybarra y otros ejecutivos fueron absueltos del delito de apropiación indebida por el Tribunal Supremo en relación con esos planes de pensiones, el fiscal se quejó de que, con las cuentas secretas, se dificultó la "capacidad de investigación" del Banco de España, ya que no quedó "ningún rastro" en la contabilidad por estar en paraísos fiscales. Además las defensas rechazaron el comienzo del juicio oral tras aludir a varias sentencias como la del denominado "caso Atlético" o la del "caso Abengoa", que el mismo juez que preside este tribunal, José María Vázquez Honrubia, decidió sobreseer al entender que tenía que acusar algún perjudicado y no únicamente el fiscal -lo que ocurre en esta causa aunque con diferente delito-.
Asimismo, recordaron que no hubo investigación al BBVA por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que no hubo sanción del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) a la empresa que evaluó las cuentas del banco y que las empresas de "rating" no bajaron la calificación de riesgo de la entidad. Respecto a ello, el fiscal recordó que ninguno conoció estos fondos "hasta que fueron traídos a España", que estaban "fueran del control institucional" y que se "corrió el riesgo de que desaparecieran". Ahora el juez Vázquez Honrubia habrá de decidir en las próximas semanas si estima las demandas de las defensas de los cinco imputados o dictamina la fecha para celebrar el juicio oral por las "cuentas secretas" del BBV.
Además, según argumentaron este lunes las defensas, el BBVA pagó más de 13.000 millones de pesetas (78,13 millones de euros) en concepto de impuesto de sucesiones para regularizar su situación fiscal. Sin embargo, según el fiscal Juan Pavía, con esta operación se "dificultó" la labor de control del Banco de España y no se dio la información "en el momento oportuno" a los "clientes, cuentacorrientistas y depositantes" de la entidad, que deberían tener la posibilidad de "opinar" sobre los modos de manejar el dinero del banco.
En concreto, el fiscal puso como ejemplo que no se sometió "a la censura" de los clientes y accionistas inversiones "algo fuera del objeto social" del BBVA, como los 1,5 millones de euros aportados a la campaña electoral de Venezuela que acabó con la victoria del actual presidente Hugo Chávez. Además, de los 225 millones de euros de esas cuentas, otros 100 millones de dólares se utilizaron para cubrir "pérdidas de tesorería" del banco y otros 19,34 millones de dólares para constituir fondos de pensiones para antiguos ejecutivos del BBV en American Life Company (Alico), en un intento por equilibrar las remuneraciones de directivos tras la fusión del BBV con Argentaria.
Mientras las defensas destacaron que Ybarra y otros ejecutivos fueron absueltos del delito de apropiación indebida por el Tribunal Supremo en relación con esos planes de pensiones, el fiscal se quejó de que, con las cuentas secretas, se dificultó la "capacidad de investigación" del Banco de España, ya que no quedó "ningún rastro" en la contabilidad por estar en paraísos fiscales. Además las defensas rechazaron el comienzo del juicio oral tras aludir a varias sentencias como la del denominado "caso Atlético" o la del "caso Abengoa", que el mismo juez que preside este tribunal, José María Vázquez Honrubia, decidió sobreseer al entender que tenía que acusar algún perjudicado y no únicamente el fiscal -lo que ocurre en esta causa aunque con diferente delito-.
Asimismo, recordaron que no hubo investigación al BBVA por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que no hubo sanción del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) a la empresa que evaluó las cuentas del banco y que las empresas de "rating" no bajaron la calificación de riesgo de la entidad. Respecto a ello, el fiscal recordó que ninguno conoció estos fondos "hasta que fueron traídos a España", que estaban "fueran del control institucional" y que se "corrió el riesgo de que desaparecieran". Ahora el juez Vázquez Honrubia habrá de decidir en las próximas semanas si estima las demandas de las defensas de los cinco imputados o dictamina la fecha para celebrar el juicio oral por las "cuentas secretas" del BBV.