LD (EFE) Según la Fed, se ha puesto en contacto con las agencias federales encargadas de supervisar la transacción y con el Departamento de Justicia y todos "han indicado que no tienen objeciones a que se apruebe la propuesta".
El visto bueno de la Fed representa el último paso para que Wells Fargo se haga cargo del banco, después de que Citigroup, la otra entidad interesada en Wachovia, renunciase definitivamente el pasado jueves a hacerse con éste.
Citigroup anunció el pasado 29 de septiembre que adquiría las operaciones bancarias de Wachovia, en una operación que contaba con el respaldo de la Corporación Federal Aseguradora de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés). El compromiso incluía la mayor parte de los activos y pasivos de Wachovia, así como cinco instituciones depositarias, y asumía la deuda privilegiada y subordinada de ese banco.
Citigroup estaba dispuesto a enjugar hasta 42.000 millones de dólares de pérdidas en un fondo de préstamos por valor de 312.000 millones de dólares de Wachovia y la FDIC se haría cargo de las pérdidas que fueran más allá de esa cantidad. A cambio, la entidad bancaria concedía a la FDIC acciones preferentes y garantías por valor de 12.000 millones de dólares para compensar el riesgo que asumía esa entidad.
Sin embargo, Wells Fargo, considerado como un sólido banco regional, anunció pocos días después que había cerrado un acuerdo con Wachovia, que atravesaba problemas financieros, para adquirir al completo esa entidad, en una operación valorada en unos 15.100 millones de dólares y sin asistencia del Gobierno federal.
Wells Fargo explicó entonces que pagaría 0,1991 acciones propias por cada acción de Wachovia, con sede en Carolina del Norte.
La transacción, que tomaba como referencia la cotización de 35,16 dólares a que cerraron las acciones de Wells Fargo el día anterior, representaba el pago de siete dólares por cada acción de Wachovia, frente a un dólar por título que contemplaba el acuerdo con Citigroup.
El anuncio de ese compromiso dio lugar de inmediato a una disputa en los tribunales sobre la prevalencia o no del acuerdo previo al que había llegado Citigroup con Wachovia.
Citigroup anunció el pasado 29 de septiembre que adquiría las operaciones bancarias de Wachovia, en una operación que contaba con el respaldo de la Corporación Federal Aseguradora de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés). El compromiso incluía la mayor parte de los activos y pasivos de Wachovia, así como cinco instituciones depositarias, y asumía la deuda privilegiada y subordinada de ese banco.
Citigroup estaba dispuesto a enjugar hasta 42.000 millones de dólares de pérdidas en un fondo de préstamos por valor de 312.000 millones de dólares de Wachovia y la FDIC se haría cargo de las pérdidas que fueran más allá de esa cantidad. A cambio, la entidad bancaria concedía a la FDIC acciones preferentes y garantías por valor de 12.000 millones de dólares para compensar el riesgo que asumía esa entidad.
Sin embargo, Wells Fargo, considerado como un sólido banco regional, anunció pocos días después que había cerrado un acuerdo con Wachovia, que atravesaba problemas financieros, para adquirir al completo esa entidad, en una operación valorada en unos 15.100 millones de dólares y sin asistencia del Gobierno federal.
Wells Fargo explicó entonces que pagaría 0,1991 acciones propias por cada acción de Wachovia, con sede en Carolina del Norte.
La transacción, que tomaba como referencia la cotización de 35,16 dólares a que cerraron las acciones de Wells Fargo el día anterior, representaba el pago de siete dólares por cada acción de Wachovia, frente a un dólar por título que contemplaba el acuerdo con Citigroup.
El anuncio de ese compromiso dio lugar de inmediato a una disputa en los tribunales sobre la prevalencia o no del acuerdo previo al que había llegado Citigroup con Wachovia.