L D ( EFE ) Estas tasas reflejan una aceleración respecto al 2003, cuando la Unión Económica y Monetaria (UEM) creció el 0,5 por ciento y la economía española el 2,3 por ciento, calculó el catedrático de economía y profesor en el Instituto Europeo de Administración de Empresas de Fontainebleau (INSEAD), Xavier Vives, uno de los coautores del estudio.
Vives advirtió, sin embargo, de que el cumplimiento de estas perspectivas depende de factores externos y subrayó que una debilitación continuada del dólar y la subsiguiente apreciación del euro dificultarían la recuperación europea y podrían introducir tensiones en la política fiscal y monetaria de la Unión.
Vives advirtió, sin embargo, de que el cumplimiento de estas perspectivas depende de factores externos y subrayó que una debilitación continuada del dólar y la subsiguiente apreciación del euro dificultarían la recuperación europea y podrían introducir tensiones en la política fiscal y monetaria de la Unión.
El informe reseña, además, que el incremento de la actividad en Europa este año será significativamente inferior al previsto para Estados Unidos (del 4,2 por ciento) y no resultará suficiente para reducir la tasa de desempleo, que seguirá en el 8,8 por ciento en la UEM y bajará levemente en España, hasta el once por ciento. Aunque la recuperación tendrá lugar en toda el área, los analistas esperan importantes diferencias entre países y, así, creen que el PIB de Grecia se acelerará el 4,3 por ciento, seguido de Irlanda, con el 3,4 por ciento; España, 3 por ciento; Finlandia, 2,6 por ciento; Luxemburgo, 2,2 por ciento; Bélgica, 2,1 por ciento; Austria, 2 por ciento; Italia, Francia y Alemania, 1,8 por ciento; Portugal, 1,2 por ciento, y Holanda, 1,1 por ciento.
Respecto a la evolución de los tipos de interés, Vives apuntó que el BCE podría recortarlos si se produce una apreciación significativa de la moneda única. El estudio de CESIfo - organización integrada por el Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Múnich y el Instituto IFO de investigación económica - alude también a la crisis abierta en la UE tras el incumplimiento por varios países del Pacto de Estabilidad y afirma que la falta de aplicación de las reglas "amenaza con socavar la disciplina fiscal".
Vives insistió en la conveniencia de hacer el Pacto más flexible, dando mayor relevancia al criterio de deuda pública, de modo que los países con menor nivel de deuda pudieran superar en momentos determinados el límite de déficit, y valoró que la propuesta avanzada por la Comisión Europea vaya en ese sentido. En relación con la ampliación de la UE, calificada de "apuesta arriesgada", los autores del texto inciden en que la convergencia real de los nuevos miembros llevará varias décadas y afirman que la sostenibilidad fiscal puede convertirse en su principal problema.
En concreto, CESIfo calcula que la renta per cápita en relación a la media de la zona euro de los diez países que desde mayo próximo formarán parte de la UE oscilará en 2030 entre el 62,3 por ciento de Letonia y el 93,6 por ciento de Chipre, aunque Vives precisó que es posible que el avance sea más rápido. Los actuales miembros de la Unión también se beneficiarán del proceso de ampliación a largo plazo, pero sufrirán procesos de ajuste interno que podrían suponer "costes y fricciones significativos" a corto y medio plazo. Vives dijo que, debido a los menores costes salariales, algunas compañías trasladarán parte de su producción a los nuevos miembros, especialmente en sectores intensivos en mano de obra escasamente cualificada. No obstante, se mostró contrario a imponer "barreras artificiales" para impedir estos traslados y recomendó, en cambio, impulsar la innovación para aumentar la competitividad en sectores con mayor nivel añadido.