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La economía podría sufrir este año el mayor retroceso desde 1993, según informes oficiales

Hace tan sólo unas semanas (durante la campaña electoral) el Gobierno insistía en que no había crisis. Ahora, mientras la previsión oficial del Gobierno se mantiene en el 3,1 por ciento, análisis internos de Moncloa, citados por el diario El Mundo, reconocen que la economía crecerá entre un 1,8 por ciento y un 2 por ciento en octubre y caerá hasta el 1,5 por ciento a principios de 2009. El mayor retroceso vivido por la economía española en tan corto periodo de tiempo desde 1993.

Hace tan sólo unas semanas (durante la campaña electoral) el Gobierno insistía en que no había crisis. Ahora, mientras la previsión oficial del Gobierno se mantiene en el 3,1 por ciento, análisis internos de Moncloa, citados por el diario El Mundo, reconocen que la economía crecerá entre un 1,8 por ciento y un 2 por ciento en octubre y caerá hasta el 1,5 por ciento a principios de 2009. El mayor retroceso vivido por la economía española en tan corto periodo de tiempo desde 1993.
(Libertad Digital) El vicepresidente económico, Pedro Solbes, sostiene oficialmente que la economía española crecerá un 3,1 por ciento este año y no tiene previsto modificar su previsión antes de junio, pero no se la cree ni él mismo. Una primera señal es que el Instituto de Crédito Oficial (ICO), dependiente del Ministerio de Economía, dice que el crecimiento no será superior al 2,7 por ciento y reconoce abiertamente el aumento de la tasa de paro en contra de la promesa electoral socialista de pleno empleo.
 
Según informes internos del Gobierno, publicados por El Mundo, el Ejecutivo prevé comenzar 2009 con crecimientos de apenas el 1,5 por ciento frente al 3 por ciento actual. Los datos que maneja el Gobierno actualmente son, si no se deteriora aún más la situación, que la economía española crecerá a final de año por debajo del 2 por ciento y comenzará 2009 entre el 1,5 y el 1,8 por ciento. De este modo, tal y como avanzó Libertad Digital, se constata que la economía nacional será incapaz de crecer por encima del 2 por ciento en 2008. 
 
Esto significa una desaceleración inesperadamente intensa y un crecimiento sólo comparable al registrado en los últimos gobiernos de Felipe González. Según el diario El Mundo, supondría el mayor retroceso vivido por la economía española en tan corto periodo de tiempo desde 1993 y un crecimiento similar al del primer trimestre de 1996, último dato comparable en las series del Instituto Nacional de Estadística.
 
El pesimismo económico no era conveniente para los intereses electorales de Zapatero antes del 9 de marzo, pero ahora le puede convenir que aflore para que los grupos políticos apoyen su investidura por responsabilidad ante la difícil situación económica. De hecho, la vicepresidenta De la Vega ya aprovechó el viernes la rueda de prensa del Consejo de Ministros, para alertar sobre la situación económica sin que nadie le preguntara.
 
El problema del paro
 
El problema es que han coincidido en el tiempo el pinchazo del sector inmobiliario con una crisis crediticia internacional sin precedentes. Todo ello complicado con una subida espectacular del precio del gas y el petróleo con el consiguiente efecto en la inflación, lo que impide al Banco Central Europeo bajar los tipos de interés. Además, la industria española no está repuntando para coger el relevo del sector de la construcción y se desaceleran las importaciones, al caer el consumo nacional, y las exportaciones, ante la fortaleza del euro, entre otros factores.
 
Con una desaceleración tan intensa aumentará la tasa de paro en España, acercándose a finales de 2009 de nuevo al 10 por ciento. El propio ICO sostiene, según Funcas, que la tasa de paro crecerá este año desde el 8,5 por ciento de 2007 hasta el 8,7 por ciento y, en 2009, al 9 por ciento. En contraste, la todavía vigente previsión oficial de Solbes es que esta misma tasa bajará en 2008 al 8,2 por ciento. Pero, de nuevo, incluso este cambio del ICO es considerado demasiado optimista por la media de las instituciones consultadas por los autores del informe.
 
El paro constituye el primer problema tangible para el Gobierno porque, además, va a proceder en buena parte del sector de la construcción. Es decir, de inmigrantes que, si no encuentran rápida alternativa, pueden provocar, según temen en el Ejecutivo, problemas adicionales de orden público.
 
En su editorial, este rotativo asegura que "el Gobierno tendrá que informar al país de lo que se nos viene encima y tomar medidas urgentes nada más tomar posesión. Y además tendrá que hacerlo tras una necesaria reflexión, ya que la iniciativa más socorrida –trasladar los riesgos del sector privado a los Presupuestos aumentando el gasto público– no sería la mejor receta en un escenario de desaceleración e inflación".
 

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