LD (EFE) La cifra se sitúa muy por encima del 7 por ciento que la Comisión Nacional de Planificación y Desarrollo de China fijó para este año, y que tuvo que elevar al 8 por ciento en enero.
El crecimiento del PIB chino se ralentizará al cierre del año hasta un 9 por ciento y en un 8 por ciento en 2006 debido a la reducción del comercio y de la economía mundial, así como de la demanda doméstica.
"Las previsiones macroeconómicas para China son favorables. El objetivo debe ser la reforma estructural y un crecimiento equilibrado, que debe pasar de estar centrado en exportaciones e inversiones volátiles hacia otro basado en el consumo", señaló David Dollar, director del BM para China.
Según el Banco, la reducción de los créditos, de la inversión directa extranjera y un sutil crecimiento en las importaciones de equipamientos pronostica un ritmo más sostenible, mientras que las medidas gubernamentales para "enfriar" la economía en el sector inmobiliario están empezando a ver sus frutos.
El superávit de la balanza comercial china alcanzó los 50.000 millones de dólares (40.500 millones de euros) hasta julio, con un crecimiento del 33 por ciento en el primer semestre. El incremento de las exportaciones chinas se verá afectado a la baja por la revalorización del yuan, que el pasado 21 de julio se encareció un 2 por ciento después de diez años de un cambio fijo de 8,278 yuanes por dólar.
Las incertidumbres se mantienen respecto a la demanda interna , ya que está decreciendo, por lo que el BM sugiere que las políticas económicas se centren en prevenir la excesiva inversión, la deflación y a continuar flexibilizando su moneda, lo que favorecerá los tan necesarios cambios estructurales y financieros en China.
El crecimiento del PIB chino se ralentizará al cierre del año hasta un 9 por ciento y en un 8 por ciento en 2006 debido a la reducción del comercio y de la economía mundial, así como de la demanda doméstica.
"Las previsiones macroeconómicas para China son favorables. El objetivo debe ser la reforma estructural y un crecimiento equilibrado, que debe pasar de estar centrado en exportaciones e inversiones volátiles hacia otro basado en el consumo", señaló David Dollar, director del BM para China.
Según el Banco, la reducción de los créditos, de la inversión directa extranjera y un sutil crecimiento en las importaciones de equipamientos pronostica un ritmo más sostenible, mientras que las medidas gubernamentales para "enfriar" la economía en el sector inmobiliario están empezando a ver sus frutos.
El superávit de la balanza comercial china alcanzó los 50.000 millones de dólares (40.500 millones de euros) hasta julio, con un crecimiento del 33 por ciento en el primer semestre. El incremento de las exportaciones chinas se verá afectado a la baja por la revalorización del yuan, que el pasado 21 de julio se encareció un 2 por ciento después de diez años de un cambio fijo de 8,278 yuanes por dólar.
Las incertidumbres se mantienen respecto a la demanda interna , ya que está decreciendo, por lo que el BM sugiere que las políticas económicas se centren en prevenir la excesiva inversión, la deflación y a continuar flexibilizando su moneda, lo que favorecerá los tan necesarios cambios estructurales y financieros en China.