LD (EFE) El grupo automovilístico alemán Volkswagen acusó en 2004 un fuerte retroceso de los beneficios netos que le obliga en el futuro a aplicar un estricto plan de reducción de costes laborales y de producción.
Su presidente, Bernd Pischetsrieder, ha comentado en la rueda de prensa anual en la sede de Wolfsburg, la necesidad de mantener el plan de austeridad "For Motion", lanzado el año pasado, que también tendrá repercusiones en las inversiones. Estas descendieron en 2004 un 7 por ciento, ó 1.400 millones de euros, sin que se viera afectada la ofensiva de modelos, afirma la compañía, que advirtió que en el futuro este concepto dependerá de la evolución del plan "For Motion".
Dentro del consorcio, el ex directivo de DaimlerChrysler, Wolfgang Bernhard, conocido por el estricto y exitoso plan de saneamiento en el grupo norteamericano Chrysler, se responsabilizará de las marcas de VW y de aprovechar las sinergias internas, pero se abstuvo de comentar su estrategia porque sólo lleva cuatro semanas en la firma.
La marca Volkswagen es la que ha salido peor parada, al desplomarse un 44 por ciento sus resultados operativos en 2004, un resultado insatisfactorio, que no sólo obedeció a la caída de las ventas en China y EEUU, sino también a los efectos negativos del tipo de cambio euro-dólar y al fin de la vida útil del Passat y del Jetta en Estados Unidos. En su conjunto, Volkswagen redujo los beneficios netos en 2004 en un 28,6 por ciento, hasta los 716 millones de euros (945 millones de dólares), frente al año anterior, A su vez, la facturación un 4,9 por ciento, hasta los 89.000 millones de euros (117.480 millones de dólares) y entregó 5,08 millones de vehículos en 2004.
Francisco Javier García Sanz, jefe de compras de VW, dijo a EFE que la caída de las ganancias obedeció a la dura competencia en EEUU, donde marcas rivales ofrecen descuentos de hasta 5.000 dólares por vehículo, al cambio de las reglas en China y a la debilidad del dólar, que ha afectado tanto a Volkswagen como a sus competidores. También la escalada de los precios del acero, que ha obligado a los fabricantes a asumir buena parte de este encarecimiento y a buscar contratos a largo plazo, se reflejó negativamente en la cuenta de resultados.
El beneficio operativo antes de efectos extraordinarios descendió un 12,3 por ciento, hasta los 2.015 millones de euros (2.660 millones de dólares), y fue mejor que lo adelantado el 15 de febrero en la presentación de los resultados provisionales. Sólo la apreciación del euro lastró con 800 millones de euros (1.056 millones de dólares) los resultados operativos de 2004, una cifra que este año previsiblemente se repetirá, según sus directivos.
Pischetsrieder aseguró que con las cifras de 2004 Volkswagen ha avanzado para mejorar notablemente su competitividad, pero dio a entender que se acercan tiempos difíciles para la plantilla con condiciones salariales próximas a la congelación y se negó a dar pronósticos para 2005. La firma propondrá repartir un dividendo de 1,05 euros para las acciones ordinarias y 1,11 euros para las acciones preferenciales, al igual que el año pasado.
Su presidente, Bernd Pischetsrieder, ha comentado en la rueda de prensa anual en la sede de Wolfsburg, la necesidad de mantener el plan de austeridad "For Motion", lanzado el año pasado, que también tendrá repercusiones en las inversiones. Estas descendieron en 2004 un 7 por ciento, ó 1.400 millones de euros, sin que se viera afectada la ofensiva de modelos, afirma la compañía, que advirtió que en el futuro este concepto dependerá de la evolución del plan "For Motion".
Dentro del consorcio, el ex directivo de DaimlerChrysler, Wolfgang Bernhard, conocido por el estricto y exitoso plan de saneamiento en el grupo norteamericano Chrysler, se responsabilizará de las marcas de VW y de aprovechar las sinergias internas, pero se abstuvo de comentar su estrategia porque sólo lleva cuatro semanas en la firma.
La marca Volkswagen es la que ha salido peor parada, al desplomarse un 44 por ciento sus resultados operativos en 2004, un resultado insatisfactorio, que no sólo obedeció a la caída de las ventas en China y EEUU, sino también a los efectos negativos del tipo de cambio euro-dólar y al fin de la vida útil del Passat y del Jetta en Estados Unidos. En su conjunto, Volkswagen redujo los beneficios netos en 2004 en un 28,6 por ciento, hasta los 716 millones de euros (945 millones de dólares), frente al año anterior, A su vez, la facturación un 4,9 por ciento, hasta los 89.000 millones de euros (117.480 millones de dólares) y entregó 5,08 millones de vehículos en 2004.
Francisco Javier García Sanz, jefe de compras de VW, dijo a EFE que la caída de las ganancias obedeció a la dura competencia en EEUU, donde marcas rivales ofrecen descuentos de hasta 5.000 dólares por vehículo, al cambio de las reglas en China y a la debilidad del dólar, que ha afectado tanto a Volkswagen como a sus competidores. También la escalada de los precios del acero, que ha obligado a los fabricantes a asumir buena parte de este encarecimiento y a buscar contratos a largo plazo, se reflejó negativamente en la cuenta de resultados.
El beneficio operativo antes de efectos extraordinarios descendió un 12,3 por ciento, hasta los 2.015 millones de euros (2.660 millones de dólares), y fue mejor que lo adelantado el 15 de febrero en la presentación de los resultados provisionales. Sólo la apreciación del euro lastró con 800 millones de euros (1.056 millones de dólares) los resultados operativos de 2004, una cifra que este año previsiblemente se repetirá, según sus directivos.
Pischetsrieder aseguró que con las cifras de 2004 Volkswagen ha avanzado para mejorar notablemente su competitividad, pero dio a entender que se acercan tiempos difíciles para la plantilla con condiciones salariales próximas a la congelación y se negó a dar pronósticos para 2005. La firma propondrá repartir un dividendo de 1,05 euros para las acciones ordinarias y 1,11 euros para las acciones preferenciales, al igual que el año pasado.