L D (EFE) Según los últimos datos del Banco de España, las deudas de las familias crecieron en el año 2004 a un ritmo del 17,5 por ciento, lo que en términos absolutos supuso un aumento de unos 90.000 millones de euros. Frente al importante incremento de las deudas de las familias, el importe de sus activos financieros (acciones, fondos, depósitos, seguros, dinero en efectivo, etc.), por el contrario, creció a un ritmo significativamente inferior, el 9,2 por ciento.
Estos nuevos datos del Banco de España ponen de manifiesto que las familias continúan con el fuerte ritmo de endeudamiento de los últimos ejercicios, que ha provocado que los pasivos se hayan casi triplicado desde 1996, cuando apenas superaban los 200.000 millones de euros. El crecimiento de las deudas de las familias fue especialmente significativo en los créditos a largo plazo, que aumentaron a un ritmo del 20 por ciento, y que con sus 502.145 millones de euros en términos absolutos suponen el grueso de los pasivos financieros de los hogares.
Este dato pone en evidencia, nuevamente, que el sector inmobiliario, al que se destinan los créditos a largo plazo en el caso de los hogares, continúa siendo uno de los objetivos principales de inversión de las familias. Los expertos insisten en que los bajos tipos de interés y el incremento del precio de las viviendas siguen provocando esta subida en los pasivos de las familias, pese a las advertencias que desde diversas instituciones, incluida el Banco de España, se hace a las entidades financieras para que moderen la concesión de créditos hipotecarios.
En cuanto a los activos financieros en poder de las familias, el volumen total al cierre de 2004 se situó igualmente en máximo histórico, con 1,36 billones de euros, 115.000 millones más que un año antes. Por su parte, la riqueza financiera neta de las familias (activos menos deudas) también cerró el pasado ejercicio en su máximo histórico, con 770.227 millones de euros, 26.000 millones más que en 2003.
No obstante, este total equivale al 96,4 por ciento del PIB, lejos todavía de los niveles cercanos al 130 por ciento del PIB que se registraron en los años 1998 y 1999, coincidiendo con el momento más dulce de la llamada "burbuja tecnológica".
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Este dato pone en evidencia, nuevamente, que el sector inmobiliario, al que se destinan los créditos a largo plazo en el caso de los hogares, continúa siendo uno de los objetivos principales de inversión de las familias. Los expertos insisten en que los bajos tipos de interés y el incremento del precio de las viviendas siguen provocando esta subida en los pasivos de las familias, pese a las advertencias que desde diversas instituciones, incluida el Banco de España, se hace a las entidades financieras para que moderen la concesión de créditos hipotecarios.
En cuanto a los activos financieros en poder de las familias, el volumen total al cierre de 2004 se situó igualmente en máximo histórico, con 1,36 billones de euros, 115.000 millones más que un año antes. Por su parte, la riqueza financiera neta de las familias (activos menos deudas) también cerró el pasado ejercicio en su máximo histórico, con 770.227 millones de euros, 26.000 millones más que en 2003.
No obstante, este total equivale al 96,4 por ciento del PIB, lejos todavía de los niveles cercanos al 130 por ciento del PIB que se registraron en los años 1998 y 1999, coincidiendo con el momento más dulce de la llamada "burbuja tecnológica".