La caída del régimen tunecino ha generado un efecto contagio en todo Oriente Medio. En los últimos días, destaca, sobre todo, el caso de Egipto, en donde el recrudecimiento de las revueltas sociales está haciendo que se tambalee el régimen dictatorial de Hosni Mubarak. De hecho, la crisis política que azota la zona amenaza ya con extenderse a Argelia, Jordania e, incluso, Marruecos.
La incertidumbre de esta nueva oleada revolucionaria se ha materializado de inmediato en los mercados. Así, la crisis egipcia se refleja en un brusco encarecimiento del crudo, importantes desplomes en las bolsas de los países árabes y en un importante aumento del riesgo país en estos mismos estados.
El barril supera los 100 dólares
El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, abrió este lunes nuevamente al alza en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, alcanzando los 101 dólares a lo largo de la sesión. Mientras, el barril de Texas estadounidense se disparó un 4,32%, el mayor avance porcentual desde el 30 de septiembre de 2009, situándose en 89,34 dólares. De hecho, al cierre de la semana pasada, el mercado petrolífero experimentó una subida sustancial del 4,35%, impulsando el precio del petróleo hasta cotas próximas a los 100 dólares por barril.
Asimismo, el crudo de referencia de la OPEP se encareció hasta los 94,1 dólares por barril, el precio más alto desde hace dos semanas, según informó este lunes en Viena el grupo energético. El crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) encadena así tres subidas consecutivas, que le han llevado a encarecerse un 2,5%. Así, a falta de que se conozca la cotización de hoy lunes, el precio medio del barril OPEP en el mes de enero ha sido de 92,69 dólares, un 8% más que el pasado diciembre y un 22% más que en enero de 2010.
La razón de este brusco encarecimiento estriba en la importancia geoestratégica que ostenta Egipto debido a la titularidad del Canal de Suez, una ruta de paso trascendental para el mercado de crudo a nivel mundial. Esta vía artificial de navegación, que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo, gestiona la circulación de más de 40.000 barcos al año, mucho de ellos grandes petroleros que suministran crudo a las potencias europeas. Por eso, un corte en la ruta del Canal de Suez encarecería de forma sustancial el transporte internacional de petróleo, ya que las rutas alternativas serían mucho más largas y, por tanto, costosas.
Desplomes bursátiles
La crisis ha golpeado también con fuerza a las bolsas de los países árabes: los mercados del Golfo Pérsico cayeron más de un 15% la semana pasada. En concreto, la bolsa de El Cairo (capital de Egipto) se derrumbó cerca de un 17% tan sólo en las dos últimas sesiones.
El mercado de valores Arabia Saudí también se vio muy afectado por la creciente inestabilidad política que sufre la región. Así, tan sólo el pasado sábado el principal índice saudita (Tadawul All-Share Index, TASI) se hundió un 6,43%, al caer 430,5 puntos básicos, hasta la cota de los 6.267,2 puntos. Se trata, pues, de una señal de pánico propia de la incertidumbre política y social que sufre la zona. Pese a ello, los expertos sauditas esperan que la bolsa del país se estabilice a corto plazo en base a los valores fundamentales de su mercado, ya que el alza del crudo beneficia a su economía.
Pero, hoy por hoy, el miedo es el rey del parqué debido a las estrechas relaciones económicas que existen entre Arabia Saudí y el régimen egipcio. El principal índice del sector petroquímico saudí cayó un 8,7% en la última sesión, el sector bancario cerca de un 4%, el inmobiliario un 6,64%, mientras que el índice de seguros bajó un 9,12%, entre otros.
Aumenta el riesgo de quiebra
Toda esta tensión se ha trasladado, igualmente, al riesgo país de los estados árabes. El mercado de credit defualt swaps (CDS), un seguro de impago para que los inversores garantices sus inversiones en caso de quiebra, se ha disparado en el caso de la deuda soberana (pública) de diversos países, tales como Arabia Saudí, Egipto, Israel, Qatar...
Destaca, sobre todo, el aumento del 46% registrado en los CDS de Arabia Saudí, hasta rozar los 110 puntos. Es decir, un inversor tiene que desembolsar 110.000 dólares para asegurar la compra de 10 millones de dólares en deuda pública egipcia a cinco años.
En este sentido, la agencia de calificación de riesgos Moody's rebajó este lunes la calificación de la deuda de Egipto hasta el nivel de Ba2, desde el Ba1 precedente, al tiempo que empeoró su perspectiva desde "estable" a "negativa", debido al "riesgo político" del país norteafricano.
Moody's explica que el motivo de esta decisión es "el aumento del riesgo político y la preocupación de que la respuesta política pueda socavar las ya débiles finanzas públicas del país", informa Efe. Moody's señala en su nota que "Egipto sufre problemas políticos y socioeconómicos profundos, que incluyen una tasa alta de desempleo crónico, una inflación elevada y pobreza generalizada", todo lo cual, unido a un deseo de cambio político, ha alimentado las frustraciones populares.
Moody's también rebajó el límite para la emisión de bonos en moneda extranjera hasta Baa3 desde el nivel anterior de Baa2, así como la calificación para los depósitos bancarios, que cae también hasta Ba3 desde un nivel de Ba2. La agencia empeoró asimismo, la perspectiva de estas últimas calificaciones, que se convirtieron en negativas desde el nivel anterior de estables.
Por su parte, el Banco Central de Egipto ha intentado calmar a los mercados en los últimos días señalando que aún cuenta con reservas por valor de 36.000 millones de dólares para sostener su moneda (libra egipcia), que el viernes bajó a niveles mínimos al cotizar a 0,12 euros. Por último, la tasa interbancaria (el tipo de interés que pagan los bancos egipcios por captar dinero en el mercado) escaló hasta el 8,5%.