LD (Agencias) Desde Bruselas se inicia una de las mayores investigaciones internas llevadas a cabo en el seno de la Unión, para esclarecer el presunto fraude que implica a la Oficina de Estadísticas, Eurostat, y a otros importantes miembros que se han visto salpicados por el tema.
La información fue dada a conocer por el diario británico “Financial Times” , donde se acota que el vicepresidente de la CE y el comisario encargado de la reforma administrativa, Neil Kinnock, pidió a altos funcionarios del órgano europeo que respondieran a un "cuestionario sobre el fraude". Con esta medida se prevé verificar si las prácticas realizadas en Eurostat no se repitieron en otros sectores de la Comisión.
Eurostat ha sido motivo de polémica estos últimos meses por la revelación de varios asuntos de supuesto fraude hace varios años, y por el cual algunos miembros de la oficina pudieron haber ingresado hasta 900.000 euros en cuentas ilegales. Además, el diario agrega que responsables de la CE reconocieron que esta práctica, destinada a aportar más "flexibilidad" al trabajo de la UE, se extendió a finales de los años 90. Por ello, Kinnock solicitó a los funcionarios más importantes de cada sector que aseguraran que todos los contratos se efectuaron conforme a la legislación vigente.
La información fue dada a conocer por el diario británico “Financial Times” , donde se acota que el vicepresidente de la CE y el comisario encargado de la reforma administrativa, Neil Kinnock, pidió a altos funcionarios del órgano europeo que respondieran a un "cuestionario sobre el fraude". Con esta medida se prevé verificar si las prácticas realizadas en Eurostat no se repitieron en otros sectores de la Comisión.
Eurostat ha sido motivo de polémica estos últimos meses por la revelación de varios asuntos de supuesto fraude hace varios años, y por el cual algunos miembros de la oficina pudieron haber ingresado hasta 900.000 euros en cuentas ilegales. Además, el diario agrega que responsables de la CE reconocieron que esta práctica, destinada a aportar más "flexibilidad" al trabajo de la UE, se extendió a finales de los años 90. Por ello, Kinnock solicitó a los funcionarios más importantes de cada sector que aseguraran que todos los contratos se efectuaron conforme a la legislación vigente.