LD (EFE) Esta propuesta se incluye en una de las cuatro recomendaciones concretas que Bruselas remite este año a las autoridades españolas para reactivar su mercado laboral, y que se suman a las otras 53 dirigidas al resto de los estados miembros. El texto, presentado por la comisaria europea de Empleo, Anna Diamantopulu, en Estrasburgo (Francia), incluye las fichas correspondientes para cada país, precisa sus puntos débiles y les invita a solucionarlos.
En el caso de España, las cuatro recomendaciones del Ejecutivo comunitario se centran en hacer frente al cambio y promover la capacidad de adaptación, la igualdad entre hombres y mujeres, la movilidad, y los servicios públicos de empleo . Por lo que se refiere al cambio y la adaptación, España debe "mejorar, en concertación con los agentes sociales, la organización del trabajo y la participación de la educación y la formación a lo largo de toda la vida, para incrementar la productividad y la calidad del trabajo", señala el documento.
Asimismo, Bruselas propone "revisar el marco reglamentario poniendo el acento en la disminución de la parte importante de contratos temporales y en la multiplicación de los contratos a tiempo parcial". De hecho, según los últimos datos disponibles facilitados por la Comisión, los contratos de duración determinada o temporales alcanzaron en España el 31,7 por ciento del total en 2001, mientras que la media comunitaria se situó en el 13,4 por ciento. Sin embargo, en ese mismo año los contratos a tiempo parcial en España representaron el 8,1 por ciento, frente al 17,9 por ciento correspondiente a la media de la UE.
En cuanto a la segunda recomendación, la relativa a la igualdad, las autoridades españolas deben adoptar "medidas eficaces para aumentar la tasa de empleo total y superar las diferencias entre hombres y mujeres en materia de empleo y de paro", así como "mejorar la oferta de servicios de atención a los niños" y a otras personas que puedan estar a cargo de los trabajadores.
En el ámbito de la movilidad, Bruselas recomienda a España "mejorar las condiciones favorables para la creación de empleos en las regiones con más retraso y suprimir los obstáculos a la movilidad de la mano de obra". El texto precisa también que "convendría reforzar la coordinación entre los diferentes servicios regionales de empleo para reducir las disparidades regionales en materia de empleo y de paro". Por último, la cuarta recomendación invita a España a "culminar la modernización de los servicios públicos de empleo para mejorar su eficacia y reforzar su capacidad de asumir sus funciones de intermediarios en el mercado de trabajo".
Según reconoce la CE, "a pesar de los grandes esfuerzos y los progresos logrados en los últimos años, la tasa de desempleo en España sigue siendo netamente superior a la media europea, mientras que la tasa de empleo permanece inferior". Bruselas reconoce que el paro femenino bajó más que el masculino, pero aún así sigue siendo más del doble. Además, según afirma el texto, las otras características fundamentales del mercado laboral español (productividad o gran proporción de contratos temporales) "a penas han cambiado". La creación de empleo en las diferentes comunidades autónomas no ha permitido superar las diferencias entre las regiones en lo que paro se refiere y la movilidad geográfica de la mano de obra sigue siendo limitada debido, en parte, a obstáculos estructurales como el mal funcionamiento del mercado de la vivienda.
En el caso de España, las cuatro recomendaciones del Ejecutivo comunitario se centran en hacer frente al cambio y promover la capacidad de adaptación, la igualdad entre hombres y mujeres, la movilidad, y los servicios públicos de empleo . Por lo que se refiere al cambio y la adaptación, España debe "mejorar, en concertación con los agentes sociales, la organización del trabajo y la participación de la educación y la formación a lo largo de toda la vida, para incrementar la productividad y la calidad del trabajo", señala el documento.
Asimismo, Bruselas propone "revisar el marco reglamentario poniendo el acento en la disminución de la parte importante de contratos temporales y en la multiplicación de los contratos a tiempo parcial". De hecho, según los últimos datos disponibles facilitados por la Comisión, los contratos de duración determinada o temporales alcanzaron en España el 31,7 por ciento del total en 2001, mientras que la media comunitaria se situó en el 13,4 por ciento. Sin embargo, en ese mismo año los contratos a tiempo parcial en España representaron el 8,1 por ciento, frente al 17,9 por ciento correspondiente a la media de la UE.
En cuanto a la segunda recomendación, la relativa a la igualdad, las autoridades españolas deben adoptar "medidas eficaces para aumentar la tasa de empleo total y superar las diferencias entre hombres y mujeres en materia de empleo y de paro", así como "mejorar la oferta de servicios de atención a los niños" y a otras personas que puedan estar a cargo de los trabajadores.
En el ámbito de la movilidad, Bruselas recomienda a España "mejorar las condiciones favorables para la creación de empleos en las regiones con más retraso y suprimir los obstáculos a la movilidad de la mano de obra". El texto precisa también que "convendría reforzar la coordinación entre los diferentes servicios regionales de empleo para reducir las disparidades regionales en materia de empleo y de paro". Por último, la cuarta recomendación invita a España a "culminar la modernización de los servicios públicos de empleo para mejorar su eficacia y reforzar su capacidad de asumir sus funciones de intermediarios en el mercado de trabajo".
Según reconoce la CE, "a pesar de los grandes esfuerzos y los progresos logrados en los últimos años, la tasa de desempleo en España sigue siendo netamente superior a la media europea, mientras que la tasa de empleo permanece inferior". Bruselas reconoce que el paro femenino bajó más que el masculino, pero aún así sigue siendo más del doble. Además, según afirma el texto, las otras características fundamentales del mercado laboral español (productividad o gran proporción de contratos temporales) "a penas han cambiado". La creación de empleo en las diferentes comunidades autónomas no ha permitido superar las diferencias entre las regiones en lo que paro se refiere y la movilidad geográfica de la mano de obra sigue siendo limitada debido, en parte, a obstáculos estructurales como el mal funcionamiento del mercado de la vivienda.