LD (Agencias) El impuesto defendido por la comisaria no sería una tasa de nuevo cuño, sino que se sustraería de impuestos ya existentes como el IVA, el impuesto de sociedades o las tasas sobre los carburantes.
"Involucraremos a los Estados miembros en la discusión", avanzó Schreyer en una entrevista publicada este lunes por el diario alemán Handelsblatt, en la que explicó que la tasa permitiría corregir la tendencia marcada en los últimos años de que los recursos propios de la UE –ingresos aduaneros e impuestos agrícolas–, tengan cada vez menos peso en relación a las aportaciones brutas de cada Estado miembro, a la hora de completar los presupuestos de la Unión.
Así, el impuesto europeo permitiría conciliar las necesidades financieras de la Comunidad con el deseo de varios Estados contribuyentes –Alemania, Reino Unido y Francia, entre ellos– de limitar su aportación, recortando el techo del presupuesto comunitario del 1,24 al 1 por ciento del PIB europeo.
La idea de crear un impuesto específico para los gastos de la UE no es nueva. La Comisión Europea ha estudiado su inclusión en la propuesta sobre los presupuestos de la UE para el periodo 2007-2013, –que presentará el próximo 10 de febrero–, pero lo ha descartado por el poco entusiasmo que la idea suscita de momento en los gobiernos nacionales. A pesar de todo, las declaraciones de Schreyer apuntan a que la Comisión sigue sin renunciar a la idea de la figura.