El plan de austeridad del Gobierno va a implicar que Ministerios y otros organismos e instituciones reduzcan sus cuentas el próximo año para contribuir a la disminución del déficit del Estado.
En esa línea, y a la espera de que se concrete la cifra exacta, la Casa del Rey baraja que la disminución de su presupuesto oscilará entre un 7 y un 9 por ciento respecto al de 2010.
Este año ha dispuesto de 8,9 millones de euros, exactamente la misma cantidad que tuvo para afrontar 2009 y que supuso la congelación de su asignación constitucional por vez primera en la Historia.
Fue la propia Casa del Rey la que antes del verano del año pasado pidió expresamente a la vicepresidenta segunda y titular de Economía, Elena Salgado, que no aumentara su partida en los presupuestos.
Las retribuciones salariales de la Casa del Rey ya sufrieron también en junio un recorte de entre un 7 y un 15 por ciento de forma paralela a la rebaja de sueldos aprobada por el Gobierno para los diversos niveles de la Administración.
La Casa del Rey no está sujeta a la regulación retributiva de la Administración, pero desde hace muchos años aplica una política presupuestaria acorde con la del conjunto de los organismos públicos estatales.
La Ley de Presupuestos Generales del Estado establece para cada ejercicio una asignación global para la Casa del Rey y corresponde al Monarca distribuir libremente su importe, destinado a atender los gastos de funcionamiento y de personal a cargo directo de esta institución, así como el sostenimiento económico de la Familia Real.