(Libertad Digital) La Casa Blanca ha rechazado las insistentes críticas por no haber ratificado el Protocolo de Kioto, que firmó en un primer momento. En una carta abierta hecha pública el pasado miércoles y que recogía la posición del Presidente de los Estados Unidos sobre el asunto, recordaba que el país "ha comprometido cerca de 3.000 millones de dólares anuales a la investigación en tecnologías para el cambio climático, más que cualquier otro país". Los programas comprenden desde campañas de sensibilización de la opinión pública hasta regulaciones o incentivos al uso de tecnologías más avanzadas y que emiten menos gases de efecto invernadero.
El Presidente Bush, en dicha nota, recuerda también que "Estados Unidos es también el líder mundial en la promoción de la producción y el uso de biocombustibles", así como "en la implantación comercial de tecnologías del carbón altamente eficientes", una transformación tecnológica que ha favorecido con desgravaciones fiscales que han supuesto un ahorro de mil millones de dólares para las empresas.
Europa 5, EEUU 1,7
Esta apuesta por el desarrollo económico y las nuevas tecnologías contrasta con el planteamiento de Kioto, que es un sistema de racionamiento en el que se fijan unos objetivos de emisión de CO2 y se ordena a sectores enteros que recorten su producción hasta alcanzar dichos objetivos. Los dos planteamientos están llevando a resultados muy distintos, según los datos que han sido recordados por la Casa Blanca.
Así, en el período 2000 a 2004 las emisiones de CO2 han crecido en los Estados Unidos un 1,7 por ciento, mientras que en Europa, que sí ha ratificado el protocolo de Kioto, el aumento ha sido de casi el triple: un 5 por ciento. La nota no ha dejado de destacar que, en el mismo período, el crecimiento económico (y con él el avance en la prosperidad de los ciudadanos) ha sido notablemente menor en Europa que en EEUU.
En concreto, la nota recuerda que "El registro de nuestras emisiones desde 2000 están entre las mejores del mundo. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, en el período 2000–2004, cuando nuestra población ha crecido un 10 por ciento, las emisiones de dióxido de carbono de los Estados Unidos se han incrementado en solo un 1,7 por ciento. Durante el mismo período, las emisiones de dióxido de carbono de la Unión Europea han aumentado un 5 por ciento, con un crecimiento económico menor".
La apuesta de George W. Bush
George W. Bush ha reconocido desde antiguo que puede haber una contribución humana al calentamiento global, por la emisión de gases de efecto invernadero, como hizo en su declaración pública del 11 de junio de 2001. Al año siguiente declaró que "mi Administración está comprometida a recortar la intensidad de emisión de gases de efecto invernadero de nuestra nación en un 18 por ciento en los próximos 10 años". Pero el camino elegido para hacerlo es distinto y parcialmente opuesto al de Kioto, ya que apuesta por el crecimiento y el cambio tecnológico. El pasado 23 de enero, George W. Bush declaró que "América está en los albores de unos avances tecnológicos que nos permitirán vivir nuestras vidas menos dependientes del petróleo y que nos ayudarán a enfrentarnos a los preocupantes desafíos del cambio climático global".