Sres. banqueros: parece un poco demasiado tarde que se acuerden de la "cohesiòn nacional", en este caso, relativa a la unidad de mercado financiero. A lo largo de estos 30 años, muchos han hecho el botín gracias al cortejo permanente del politicastro mediocre, dotado de carisma mediático eso sí, que concitaba el boto lanar y pastuense del nazionalata de turno. Ello redundada en jugosos tragos de la teta pública, en forma de infraestructuras y construcción. Las Cajas han ido por delante en el festín, pues ya llevaban en sus consejos la cuota política de turno. Los bancos, siempre más opacos, la llevaban en el consejero delegado o en algún director general de área. Ahora, cuando ven peligrar sus saneados balances y en especial su gestión del mercado cautivo en Expaña, pían a sus amos, clamando que quieren "independencia en la gestión financiera respecto a la política". ¿Ahora, cuando los nazionalatas están ya henchidos de poder y prestos a lanzarse al abismo de la confrontación territorial abierta?. Sres. banqueros, en estos 30 años, como en los 40 anteriores, vivieron Uds. de la connivencia con el poder político, no importa el signo. El problema con los últimos 30 es que han creado un monstruo, un Neptuno que no parará en mientes para devorarnos a todos, y a Uds. dudo mucho que les perdonen: han sido un instrumento útil para llegar, pero instrumento al final, y prescindible por tanto. Si aún les queda alguna palanca de influencia (vulgo: crédito para embajadas catalanas y oficinas de negocios vascos, por ejemplo) úsenla para que los nazionalatas den un paso atrás y no terminen de despezada Expaña, no por nada de patria y esas chorradas, no, por el negosi res mes, que la pela es la pela. Eh., D. Ricard?. Qué a punto nos hemos jubilado, eh?.