Los límites de velocidad en España se comenzaron a aplicar en 1974, a causa de la primera crisis del petróleo. En ese año, todavía en vida de Franco, Tráfico estableció la velocidad máxima en 130 kilómetros por hora.
Sólo dos años después, en 1976, la velocidad máxima se redujo a cien kilómetros por hora, limitación que se mantuvo en vigor hasta 1981. En ese año, se estableció el límite en 120 kilómetros.
Este viernes otra crisis, la desatada por las revueltas árabes, habría llevado al Gobierno a retroceder de nuevo en el límite de velocidad, hasta establecerlo en 110 kilómetros por hora, algo que nos aleja del resto de países de la UE.
Desde Automovilistas Europeos Asociados, su presidente, Mario Arnaldo, ha tachado de "error" la medida y se ha remitido a las medidas adoptadas en los 70. Según Arnaldo, "la medida del 76 supuso un incremento de la mortalidad" y "no se produjo el ahorro que se pretendía". A su entender, la prioridad para conseguir ahorrar debería ser el "rejuvenecimiento del parque automovilístico".