LD (EFE) De acuerdo con Kroes, es fundamental que las empresas puedan aprovechar las oportunidades que les ofrece el mercado "sin interferencias injustificadas por parte de los políticos". En un discurso pronunciado en Londres y difundido en Bruselas, la comisaria destacó el aumento de las fusiones transfronterizas en los últimos años en la UE, especialmente en sectores en proceso de liberalización, como el gas y la electricidad, en una referencia velada a la OPA de E.On sobre Endesa.
A su juicio, esta evolución demuestra que, a pesar de sus numerosas imperfecciones, "el mercado único comienza a funcionar". Kroes consideró que las compañías están aprovechando las posibilidades disponibles y reseñó que las autoridades comunitarias están jugando, en este proceso, el papel que les asignan los tratados. "Actuamos bajo el control de los tribunales europeos, con rigor y justicia, para garantizar un terreno de juego igual para todos", aseguró la comisaria.
En su intervención, la máxima autoridad europea de competencia insistió en que, para tener una política europea efectiva en materia energética, es fundamental que el mercado interno del gas y la electricidad funcione correctamente. Aludió a las investigaciones que está llevando a cabo la Comisión en el sector energético y recordó que presentará a principios del próximo año los resultados finales de un estudio sectorial sobre el funcionamiento y grado de liberalización de estos mercados.
Aunque no quiso anticipar detalles sobre ese informe, señaló, entre los ámbitos que es necesario mejorar, la transparencia, para impedir que los operadores dominantes sigan actuando "en la sombra" a la hora de fijar los precios. Además, es importante separar las actividades de suministro y gestión de redes para evitar conflictos de intereses e impulsar la inversión, reseñó.
La comisaria reiteró, una vez más, que los retos derivados del nuevo escenario energético mundial -aumento de la demanda, creciente dependencia exterior, cambio climático- obligan a la UE a formular una respuesta política común. Las empresas deben contar con un mercado interior abierto y competitivo, subrayó, que les permita diversificar sus fuentes de energía y comerciar e intercambiar el suministro para satisfacer la demanda. Para Kroes, hace falta un escenario en el que "las luces se encienden siempre que se aprieta el interruptor, sin importar el lugar de la UE donde uno esté". Los Veinticinco deben, además, hablar con una sola voz al resto del mundo, utilizando su influencia a nivel global, y asegurando un abastecimiento seguro y a precio justo para todos los consumidores de la Unión.
En su intervención, la máxima autoridad europea de competencia insistió en que, para tener una política europea efectiva en materia energética, es fundamental que el mercado interno del gas y la electricidad funcione correctamente. Aludió a las investigaciones que está llevando a cabo la Comisión en el sector energético y recordó que presentará a principios del próximo año los resultados finales de un estudio sectorial sobre el funcionamiento y grado de liberalización de estos mercados.
Aunque no quiso anticipar detalles sobre ese informe, señaló, entre los ámbitos que es necesario mejorar, la transparencia, para impedir que los operadores dominantes sigan actuando "en la sombra" a la hora de fijar los precios. Además, es importante separar las actividades de suministro y gestión de redes para evitar conflictos de intereses e impulsar la inversión, reseñó.
La comisaria reiteró, una vez más, que los retos derivados del nuevo escenario energético mundial -aumento de la demanda, creciente dependencia exterior, cambio climático- obligan a la UE a formular una respuesta política común. Las empresas deben contar con un mercado interior abierto y competitivo, subrayó, que les permita diversificar sus fuentes de energía y comerciar e intercambiar el suministro para satisfacer la demanda. Para Kroes, hace falta un escenario en el que "las luces se encienden siempre que se aprieta el interruptor, sin importar el lugar de la UE donde uno esté". Los Veinticinco deben, además, hablar con una sola voz al resto del mundo, utilizando su influencia a nivel global, y asegurando un abastecimiento seguro y a precio justo para todos los consumidores de la Unión.